Este jueves, en audiencia de conciliación, las seis personas que resultaron heridas esperan ser reparadas e indemnizadas.
Para este jueves 22 de agosto, fueron citados a una audiencia de conciliación las directivas del Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche, en la ciudad de Santa Marta, y las seis personas que resultaron heridas cuando un ascensor del mencionado centro asistencial colapsó en 2022.
Las víctimas esperan ser reparadas e indemnizadas por el daño físico y emocional que les produjo el incidente, el cual señalan que ocurrió por la falta de mantenimiento y atención que sus administradores en ese momento no le prestaron y que acusaron fue por “sobrecarga” al exceder la capacidad de personas permitidas.
En ese sentido, a través de su cuenta en X, la hermana de una de las víctimas sostuvo que esta situación ha permanecido en el olvido y que es hora de que se enmiende el incidente que dejó secuelas entre las víctimas, indicando con ello que después del suceso su familiar “no ha sido la misma” y le ha producido efectos negativos en su vida, tanto física como emocional.
“No se trata de revictimizarla sino de buscar justicia y protegerla de más abusos. No más silencio”, afirmó en un principio la hermana de una de las afectadas.
Explicó que en 2022 el Hospital Universitario Julio Barreneche llevaba más de dos años intervenido por la Superintendencia de Salud del Gobierno de Iván Duque, removiendo a la administración electa en ese entonces y designando a Luis Óscar Gálvez como agente interventor.
Afirmó que tras registrarse el incidente, “Luis Óscar Gálvez decidió culpar a las víctimas por ‘sobrecargar’ el ascensor”. No obstante, la denunciante aseguró que es esto es “Falso”, puesto que “el ascensor tenía una capacidad para 11 personas según sus especificaciones, pero éramos solo 6. Gálvez mintió descaradamente para cubrir su incompetencia. Esto no puede quedar impune”.
“Desde el accidente mi hermana carga un miedo paralizante a los ascensores. No puede visitar a familiares ni amigos que viven en pisos altos y se ha visto obligada a aislarse del mundo. Esta negligencia le ha robado más que su salud le ha arruinado su vida en sociedad. El impacto también afectó su carrera. Muchas oportunidades laborales están fuera de su alcance porque no puede usar ascensores. Los empleadores no quieren lidiar con alguien con necesidades especiales y antecedentes de un accidente tan traumático”, detalló.
Agregó que “el verdadero héroe de ese día fue el ascensorista. A pesar de sufrir una descarga eléctrica y soportar el impacto, logró sostener el techo con sus manos evitando que colapsara sobre las víctimas. En lugar de ser reconocido fue despedido inmediatamente. Aun sigue desempleado”.
Sumado a esto, contó que después del accidente el hospital le ofreció a su hermana contratos temporales por dos meses, uno tras otro, para evitar que demandara, pero cuestionó que esta decisión la dejó atrapada en un trabajo mal remunerado, sin estabilidad económica y sin opciones de avanzar.
“Los honorarios de $1.9 millones nunca se los aumentaron. Con cada renovación de contrato, veía su salario disminuir en términos reales pues debía pagar el aumento anual de la seguridad social. Se quedaba con menos dinero para sobrevivir y pagar su carrera. Finalmente, después de 2 años, mi hermana decidió renunciar, cansada del maltrato y del miedo constante. Con el apoyo de la familia, se citó a @hujuliomendezb a conciliar y mañana será la primera audiencia de conciliación para que repare a las víctimas”, concluyó la denunciante en su relato.
MI HERMANA FUE VÍCTIMA DE NEGLIGENCIA Y CORRUPCIÓN
— Meli (@modusp0nens) August 21, 2024Mi hermana casi pierde la vida cuando este ascensor se desplomó desde el 8vo piso en el Hospital @hujuliomendezb de Santa Marta. El trauma la ha afectado profundamente, pero ya es hora de que el país conozca la verdad
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