Desde 2020 el Tiburón no gana nada en materia futbolera, panorama distintito a la buena cosecha monetaria del último tiempo.
Por: Iván Peña Ropaín.
La tarde de este martes, la Superintendencia de Sociedades dio a conocer el comportamiento financiero de los 35 clubes del balompié patrio, sumando a los de la A con los de la B, apareciendo Junior de Barranquilla en una buena ubicación y exponiendo agradables dividendos, reflejo ello del buen manejo gerencial que se le ha dado al club.
El cuadro de la Arenosa figuró en la posición número cuatro por debajo de Nacional de Medellín, Millonarios de Bogotá e Independiente Medellín, con un valor en el mercado colombiano de 40,7 mil millones de pesos colombianos, utilidades percibidas en temas como derechos de transmisión, abonos, giros, participación en torneos, mercadeo de sus productos, publicidad, patrocinios, entre otros conceptos más.
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Pero una vez se dio a conocer esta información, que sin duda para los dueños del equipo barranquillero debe ser algo deleitante, los hinchas junioristas, a quienes les causó risa y a otros enojo el hecho, concordaron en sus opiniones dadas en redes sociales que poco o nada ha servido eso para lo que tiene que ver con los logros del equipo, que desde 2020, cuando se coronó campeón en Cali ante América por Copa Colombia, no enarbola absolutamente nada, estando en una sola final desde ese tiempo hasta acá, la de la Copa de 2022 ante el azul de los bogotanos, la cual terminó perdiendo.
Junioristas recuerdan que se han armado importantes nóminas con jugadores como Miguel Ángel Borja y Juan Fernando Quintero, principalmente, quienes costaron “un ojo de la cara” y rompieron en su momento el mercado en la historia de contrataciones en el fútbol patrio, y aun así a nivel internacional y local los resultados han sido pobres.
También señalan que para el ámbito de la Liga colombiana se han fichado jugadores de renombre, quienes devengaron enormes sueldos; ello le ha otorgado al Rojiblanco el rótulo de ser uno de los tres clubes que hoy día mejor paga a sus futbolistas en Colombia.
El último esfuerzo económico que realizaron las directivas del Tiburón fue la contratación de Carlos Bacca, procedente del fútbol español, y quien también puso de su parte en el aspecto salarial para poder colocarse la del club de sus amores, vinculación que denota el buen signo peso que se mueve en el conjunto de la Arenosa.
En fin, mientras la contabilidad del Junior sigue en auge, los logros deportivos que deben dar los jugadores que han pasado por la institución barranquillera y los que aún continúan en ella, siguen en deuda, más bien vislumbrando entre los junioristas un panorama oscuro.
