Además del DT Hernán Darío Herrera, varios recogebolas fueron golpeados por la caterva de ‘barristas’ del club de Santa Marta, quienes invadieron la cancha ante la derrota que decantaban.
Por: Iván Peña Ropaín.
Perder en el escritorio un partido que llevaba abajo 1-0, recibir el estadio Sierra Nevada de Santa Marta una némesis de 10 jornadas jugando a puerta cerrada y que le toque pagar una multa que superaría los 50 millones de pesos, es a lo que se expone Unión Magdalena por los desmanes acaecidos la noche del domingo anterior en el duelo contra Once Caldas de Manizales.
Ese partido lo iba perdiendo el Azulgrana costeño, lo que hizo estallar una ira injustificada por parte de los miembros de la ‘barra brava’ del conjunto local, caterva de “personas” que saltó a la cancha desde las tribunas sur y norte para agredir al que fuera.
Estos antisociales reyertaron con los policías, luego se dispusieron a corretear a jugadores de ambos clubes y al cuerpo arbitral, con el fin de intentar agredirlos. Ese panorama demostró una notable falta de garantías, lo que al final impidió continuar el cotejo.
En la barahúnda que se observaba en el Sierra Nevada el técnico del cuadro visitante, Hernán Darío “el Arriero” Herrera, recibió un botellazo que le generó una contusión en su rodilla izquierda, misma agresión de las que fueron objeto varios de los recogebolas de ese compromiso, quienes fueron atentidos por los médicos del Once.