“Ni en guerra vivimos algo así”: Beirut amaneció con 113 muertos, 4 mil heridos y media ciudad dañada.
Escenas apocalípticas rodean a la capital del Líbano, ruinas humeantes y edificios derribados forzaron a que la ciudad fuese declarada “zona de desastre”.
Según el gobernador de Beirut, Marwan Aboud, más de 300.000 personas están sin hogar debido a los daños causados, que se extienden a casi la mitad de la ciudad con pérdidas estimados en más de 3.000 millones de dólares.
Mientras continúen las operaciones de búsqueda y rescate de posibles víctimas de la explosión, los hospitales en Beirut, algunos fuertemente dañados, se encuentran hacinados, también con pacientes de coronavirus.
Una vez más Líbano intenta levantarse de sus cenizas, retirando escombros.
