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“Beber mi orina me salvó“: diabético de 62 años resistió 187 horas bajos los escombros en Turquía

“Oriné en una botella, la dejé reposar y me la bebí cuando se enfrió. Me salvé con eso”.

Familiares de personas desaparecidas, luego del terremoto que azotó a Turquía y Siria, aún guardan la esperanza de que sus seres queridos sean rescatados con vida, y que ocurra un milagro como el acontecido con Huseyin Berber, quien fue rescatado entre los escombros, una semana después de la tragedia.

Huseyin Berber, de 62 años, diagnosticado con diabetes, quedó atrapado entre paredes colapsadas luego de que su casa se viniera abajo tras el sismo.

Su voz empezó a desvanecerse en medio del clamor para que alguien lo escuchara. “Solo recuerdo estar enterrado bajo los escombros. Todo estaba completamente oscuro. Estaba tan oscuro que ni siquiera podía ver mi propio cuerpo. Grité, llamé, pero no había nadie allí. Nuestro edificio tenía 15 pisos. Yo estaba un poco aliviado cuando escuché los sonidos sobre los escombros”, declaró en una entrevista a Reuters.

Berber bebió su orina para vivir

Huseyin Berber vio que el techo de su casa colapsó y reveló que tuvo la fortuna de que medicamentos y una botella de agua cayeron cerca de él que lo ayudaron a mantenerse con vida. Tras 187 horas de estar bajo los escombros, Berber reveló cómo fue su rescate y lo que hizo para sobrevivir.

“Vi un agujero en los escombros. Cuando escuché los sonidos (de los rescatistas), también grité. Grité tan fuerte que escucharon mi voz. Alguien extendió su mano y se encontró con la mía. Después de eso, me sacaron de allí”, declaró Huseyin Berber, quien aseguró que cuando se acabó el agua de la botella tuvo que beber su orina.

“Una hora después, tomé (la botella de agua) y me la bebí. Disculpa, me oriné en ella y la dejé reposar. Me la bebí cuando se enfrió. Me salvé con eso”, aseguró.

Expertos consideran que luego de 72 horas las posibilidades de sobrevivir en una catástrofe son bajas; por ello, la historia de Huseyin Berber es un milagro.

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