Por culpa de las ‘barras bravas’, el portar camisetas de otro club es sinónimo de muerte en Colombia.
Por: Iván Peña Roapín.
La inequívoca realidad ceñida en que las hinchadas nunca pondrán fin a la violencia en el fútbol, por lo menos en el caso de las colombianas, quedó evidenciada una vez más la noche del miércoles 27 de abril, cuando ‘barristas’ del Deportivo Cali protagonizaron en suelo extranjero una violenta agresión contra seguidores de Junior de Barranquilla, la que dejó ocho personas heridas.
Resulta que el equipo de los barranquilleros jugará esta noche en Bolivia por Sudamericana, mientras el verde de los caleños también lo hará hoy en ese país, pero por Libertadores, lo que llevó a varios seguidores de ambos equipos y a algunos ‘barristas’ a trasladarse a territorio boliviano para “alentar a sus equipos”.
Pero la mala suerte terminó jugando en contra del destino, ya que los grupos de fanáticos de los dos clubes colombianos coincidieron en una terminal de transporte, desde donde los junioristas se desplazarían hasta Santa Cruz de la Sierra, donde jugará Junior, y los caleños hasta La Paz, donde lo hará Cali.
De acuerdo con la Policía boliviana, al advertir a varios metros de distancia los ‘azucareros’ a los del Rojiblanco, emprendieron una vesánica persecución con cuchillos, machetes y piedras en mano, con el maquiavélico objetivo de agredir y hasta de asesinar, al que quedara vulnerable.
En la correría de los de Junior, la que adelantaron niños, personas adultas que nada tienen que ver con las ‘barras bravas’ y hasta una mujer en embarazo, varios de estos resultaron lesionados con cortaduras y golpes propinados por los del Cali. La situación no desencadenó una tragedia, relató un testigo, gracias a la oportuna intervención de las autoridades policiales.
“Ellos eran muchos, nosotros pocos, entre ellos una mujer embarazada. Tenían armas y nosotros, no. Nos hicieron correr”, manifestó uno de los adeptos al equipo Tiburón presente en el irracional ataque.
Otros coincidieron en su testimonio: “esos ‘barristas’ del Cali no medían si había niños o mujeres, tiraron a matar”.
Por estos hechos, las autoridades detuvieron a varios miembros de la barra caleña, quienes sembraron la violencia en la terminal terrestre y a los que deportará en las próximas horas de ese país.
Es de recordar, que este nuevo suceso en el que las ‘barras bravas’ desatan violencia y demencia en el entorno del fútbol colombiano, se volvió a repetir en menos de una semana.
El hecho más reciente y que dejó como saldo fatal un muerto, varios heridos y detenidos y millonarias pérdidas materiales en un escenario deportivo, se produjo la noche del sábado 23 de abril en Santa Marta, tras los cruentos enfrentamientos dentro del Sierra Nevada entre las barras de Junior de Barranquilla y Unión Magdalena, durante el clásico costeño en la Liga Betplay.