La crítica situación por la que atraviesa ese club, tanto administrativa como futbolística, conllevó a la hostilidad.
Por: Iván Peña Ropaín.
En una tragedia pudo haber terminado la tarde del miércoles 21 de septiembre el juego que protagonizaban Deportivo Cali y Cortuluá, en momentos en que miembros de la ‘barra brava’ del verde caleño ingresaron a la cancha del estadio 12 de Octubre, en Tuluá, en medio de ese compromiso por la fecha 13 que corre en la Liga Betplay-II, con el objetivo de agredir.
Se marcaba el minuto 79, cuando Feiver Mercado pateó un penal y puso el 2-0 para los tulueños, lo que minutos después desató la ira de un enorme puñado de hinchas que ingresaron al terreno de juego a arremeter contra los integrantes del plantel verde, principalmente, Teófilo Gutiérrez y Ángelo Rodríguez y el DT del Cali, Mayer Candelo.
La cólera se desató por varios integrantes de la ‘barra brava’, no solo por la derrota que en ese momento cargaban ante un equipo que está en zona de descenso, sino por el actual presente del verde de los caleños al encontrarse en la última casilla de la tabla del Torneo Clausura con 8 puntos y ya eliminado de los cuadrangulares finales.
Se maneja como información extraoficial que los hinchas enajenados alcanzaron a agredir al estratega Candelo y que en el caso específico del barranquillero Teo y del sanandresano Rodríguez, ambos, custodiados por otros jugadores, lograron retirarse rápido a los vestuarios. Aunque en otras informaciones se asegura que los desadaptados sí alcanzaron a golpear al de La Chinita.
Por esta situación de alteración del orden público en el estadio 12 de Octubre, el referí del partido conminó a la suspensión del mismo, quedando el resultado parcial 2-0.
