Para el duelo del sábado anterior entre el rojo de los caleños y el equipo ‘quillero’, se conminó a ingresar al Pascual con camiseta del local, advirtiéndose que de portar otra distinta “lo convertiría en objetivo de hostilidades”.
Por: Iván Peña Ropaín.
La amenaza de “cacería” en las graderías del estadio Pascual Guerrero de Cali de todo aquel que no portara la camiseta del América, efectuada esta días previos al juego contra Junior de Barranquilla por parte de la ‘barra brava’ ‘Barón Rojo Sur’, la terminaron cumpliendo y con agresiones; un hombre fue la víctima de estos actos repudiables que empañan el fútbol.
Mientras en el campo de juego de ese escenario los jugadores del local y el visitante se enfrentaban en su respectivo duelo futbolístico por la fecha 15 de la Liga colombiana, en las graderías se perpetraba una “montería” de los aficionados que no llevaran la camiseta del rojo de los caleños.
Además, buscaban también quién tenía acento costeño, quién tenía cédula de la ciudad de Barranquilla o de la Costa, individualizando aquel que les pareciera sospecho para aplicarle la violencia en su máxima expresión.
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Al final, cumplieron la amenaza. Cuando corría el minuto 20 del cotejo, no siendo expuestas las imágenes por la transmisión del canal Win Sports+, porque mostrarlas las consideran una apología a la violencia, en el sector norte de la pista atlética se generó una alteración del orden público que detuvo el encuentro por varios minutos. Incluso, a jugadores americanos les tocó acudir hasta el sitio para intentar calmar y bajar los ánimos de sus hinchas.
De acuerdo a lo que se supo, varios ‘barristas’ con sus distintivos del Escarlata encontraron a un sujeto portando una camiseta negra, señalándolo inmediatamente de ser seguidor del Junior. Al solicitarle la cédula y exigirle que hablara, a lo que se opuso la persona, seguidamente se dispusieron a golpearlo sin piedad, logrando salvar su integridad física y hasta vida, gracias a la intervención oportuna de los agentes de Policía, conduciéndolo hasta la pista para alejarlo de las hostilidades, al tiempo que era atacado por otro hincha que tenía puesta la camiseta roja del conjunto caleño y quien posteriormente fue retenido.
En el instante en que los policías mediaban, un puñado de ‘barristas’ intentó bajarse de esa gradería norte hasta dicha zona del Pascual Guerrero, con el fin de agredir al presunto hincha del Rojiblanco, pero por suerte los uniformados los contuvieron.
La víctima de la violencia de los ‘barristas’ americanos, al ser sacado del estadio se levantó su camiseta y, al parecer, exhibía con orgullo un tatuaje que tendría que ver con el conjunto barranquillero.
Por otro lado, también se conoció que ese sábado se dio una búsqueda desaforada de junioristas en las terminales áerea y terrestre de Cali, empelando el mismo ‘modus operandi’: obligando a hablar al que veían como sospecho para determinar su acento y requiriendo cédulas.
