Yimmi Chará y Víctor Cantillo salieron como titulares, mientras que Bryan Castrillón y Marco Pérez ingresaron para los últimos 20 minutos de juego.
Por: Iván Peña Ropaín.
El Junior de Barranquilla 2024 hizo su presentación la noche de ayer en su casa estadio Metropolitano, en el juego de ida de la final de Superliga ante Millonarios de Bogotá, degustando una victoria de 1-0, ventaja mínima, pero al final ventaja para lo que será la vuelta en la capital, el miércoles 28 de enero, a partir de las 8:00 p.m.
Sacar dictámenes tras esta primera actuación del cuadro adiestrado por Arturo Reyes no da, dicen los sabios en este deporte, pues el acople de un grupo en el fútbol, y más cuando llegan caras nuevas, se determina a medida que se van dando los juegos.
Pero lo que sí se puede mencionar es que el Rojiblanco, que puso a jugar en esta primera final a todas las contrataciones que hizo, excepto Rafael Pérez, quien sigue en la FIFA con su litigio contra San Lorenzo de Argentina, mostró actitud ofensiva y resistencia física, destellándose esto con mayor vigor para la segunda parte.
Que para muchos no se estuvo claro a la hora de hilvanar jugadas estando cerca de las 16 con 50, sin dudas, empero ello hace parte del engranaje en el que estaría trabajando el DT Arturo-III, quien dejó un solo manto de duda durante el choque contra el azul cachaco: la modificación de Homer Martínez por Víctor Cantillo, cuando este último no dio muestras ni de golpes ni de cansancio ni de estar jugando mal, hasta en un gesto el volante dejó ver que quería seguir jugando.
Apropósito de Cantillo, fue, junto a Yimmi Chará, de las nuevas contrataciones que salieron en el once titular del Tiburón; el primero acompañando a Didier Moreno y el segundo manejando los hilos desde el centro, teniendo a los costados a Deiber Caicedo y José Enamorado.
De la plantilla que viene de ser campeón ante Medellín hace un mes, solo hay que decir que tiene la idea clara que les insufló su entrenador, y de los nuevos que tuvieron la oportunidad de actuar, exhibieron actitud y dejaron claro que no les será difícil sus procesos de acople.
Víctor Cantillo estuvo en cancha 63 minutos, en los cuales mostró la calidad que lo caracteriza, más cuando de salir jugando desde atrás se trata. Si bien no aportó mucho en marca, tarea que cumplió a cabalidad su colega Moreno, pero sí estuvo atento a las coberturas defensivas, el mediocampista magdalenense concedió esa visión de juego que se requiere cuando tu equipo cuenta con una ofensiva rápida con jugadores de las características de Chará, Caicedo y Enamorado.
En el caso de Chará, el volante ofensivo vallecaucano jugó todo el partido, mostrando su particularidad rapidez a la hora del toque de primera intención y cuando de entrar al área rival se trata. En su proceso de climatización con sus nuevos compañeros se le vio buenas combinaciones con Caicedo y Enamorado, cumpliendo además un rol en el que no es tan fuerte: estando en el centro como 10 neto, pues Yimmi es más de desborde por las bandas.
Otra de las dos caras nuevas y quienes también tuvieron acciones en esta primera final de Superliga ante Millonarios fueron el antioqueño Bryan Castrillón y el chocoano Marco Pérez, quienes entraron al minuto 76 por Caicedo y Carlos Bacca, respectivamente.
A Castrillón no se le notó nada nervioso, por el contrario, expuso interacción al jugar y decisión al momento de abrirse espacios para pedir la esférica, mientras que Pérez, aunque no tuvo oportunidad de definición, lució colaborativo cuando le tocó jugar en conjunto y defender.
Lo importante de lo mostrado por las nuevas caras, dos de ellas con pasado Rojiblanco (Chará y Cantillo), fue que dejaron buenas sensaciones de que no les costará el funcionarse con el grupo que viene de salir campeón del fútbol profesional colombiano.
