“En Medicina Legal dijeron que debíamos esperar de uno a tres meses los resultados de una prueba”, agregó una sobrina del difunto.
El inicio de la rutina diaria el pasado 16 de noviembre se convirtió en una tragedia para la familia Guzmán Serrano, integrada por Edward, de 34 años, su esposa Vilma, de 31 años, y sus dos hijos de 9 y 13 años de edad.
La pareja se disponía a preparar el desayuno en una vivienda ubicada en la carrera 3 sur con calle 91, barrio Santa María de Barranquilla, cuando una fuga de gas generó una fuerte explosión tras la que resultaron gravemente heridos tres de los cuatro integrantes del hogar.
Edward, Vilma y su hijo fueron ingresados a una UCI por la gravedad de las lesiones y cuatro días después se produjo el deceso del hombre, a quien aún no le han podido dar cristiana sepultura.
Artículo relacionado: “Mi hermano, mi cuñada y mi sobrino están en una UCI”: explosión en vivienda del barrio Santa María
Al parecer, las quemaduras en el cuerpo de Edward no han facilitado obtener datos indispensables para su identificación y los resultados de las pruebas han tardado en llegar.
“En Medicina Legal primero dijeron que iban a durar con él un mes, hace como tres días mi mamá llamó para ver cómo iba el caso y le dijeron que la prueba la entregaban entre hoy y mañana, después fuimos y dijeron que todavía no sino de un mes a tres meses”, contó Yira Guzmán, sobrina del difunto.
La mujer pidió acelerar el proceso, que ha causado más dolor en los seres queridos del finado: “Hoy dijeron que hay que esperar porque los resultados no han llegado, nosotros necesitamos que nos ayuden para que nos entreguen el cuerpo de Edward, la familia está esperando y yo digo que así es más doloroso“.
Según la pariente, el insuceso fue crónica de una muerte anunciada, ya que previo al día de los hechos, los vecinos llamaron a Gases del Caribe para informar que olía a gas en la cuadra, sin embargo, el personal de la empresa no arribó al barrio.
Así también lo dijo Jairo Guzmán, padre de Edward: “Antes de que sucediera el caso los vecinos llamaron informando que había un olor a gas, pero nunca vinieron a reportarse, cuando el hijo mío sufrió el accidente ellos vinieron, destaparon en la esquina y ahí estaba la fuga de gas, dijeron que un tubo del agua se había roto y había roto el tubo de gas”.
Finalmente, el hombre solicitó: “Quiero que me entreguen el cuerpo del hijo mío para darle cristiana sepultura porque cuando lo hagan ya va a estar todo descompuesto”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
