Se esperaba que el ente futbolero emitiera alguna némesis contundente, pero solo rechazó los actos violentos en el escenario caleño.
Por: Iván Peña Ropaín.
Al final, en la asamblea extraordinaria adelantada en Bogotá por la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor) no se tomó ninguna medida drástica contra las ‘barras bravas’, ese grupo de “hinchas” a los que muchos bautizó como el cáncer del fútbol colombiano.
Solo se limitaron a rechazar lo ocurrido el domingo anterior en el estadio Pascual Guerrero de Cali, donde América y Atlético Nacional se enfrentaron por el duelo de vuelta de la Copa Colombia, saliendo campeón el verde de los paisas.
Ese cotejo no se pudo acabar, ya que al minuto 84, los hinchas de la ‘barra brava’ más popular que tiene el conjunto americano: ‘Barón Rojo’, provocaron desmanes desde la tribuna sur, lo que llevó a declarar falta de garantías y finalizar el compromiso.
Una de las escenas más violentas, de las muchas que se apreciaron tanto dentro como fuera del escenario, correspondió a la de un ‘barrista’ que, sosteniendo una especie de lanzacohetes artesanal, le disparaba pólvora desde la tribuna alta a los uniformados de la policía que se hallaban en la pista atlética evitando que otros oligofrénicos como él ingresaran a la cancha con la intención de agredir a algún jugador del club visitante.
En resumen y al no emanarse una némesis vehemente desde la Dimayor, la cosa pinta a que seguirá igual como viene ocurriendo en la mayoría de los estadios del país, principalmente en los que hacen presencia ‘barras bravas’ numerosas: continuarán adueñados de estos escenarios, decidiendo quiénes entran o no, pasándose de tribuna a tribuna en busca de hinchas visitantes infiltrados para agredirlos o sacarlos.