En trece días, la Fiscalía logró esclarecer el ataque y capturar a cinco presuntos responsables.
En operativo coordinado por la Fiscalía General de la Nación y el apoyo de la Policía Nacional se logró la captura de cinco personas señaladas como presuntas responsables del atentado perpetrado el pasado 14 de diciembre en el aeropuerto internacional Camilo Daza de Cúcuta, dejando un saldo de dos policías como víctimas mortales.
La diligencia, que duró 13 días, se desarrolló entre los barrios Jesús, Robledo Miramar y Brasilia, en Medellín y en el corregimiento Santa Helena, dejando como capturados a Sebastián Moreno Maya, alias Sebas; su compañera sentimental Nayibe Alexandra Londoño Carrillo; Adrián Kaled Guzmán, Yuly Mileidy Mazo y Diego Felipe Maya González.
Los detenidos deberán responder por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio agravados, terrorismo, fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos.
Así se planeó el atentado
Gracias al material recopilado por las autoridades y los testimonios entregados por los capturados, se conocieron detalles inéditos de lo que fue el minuto a minuto del ataque al terminal aéreo de la capital de Norte de Santander.
Los primeros movimientos fueron desarrollados entre octubre y noviembre por Cristian Camilo Muñoz Manjarrez, quien murió en la acción criminal; Diego Maya y Nayibe Londoño viajaron de Medellín a zona rural de Tibú, donde se habrían reunido con jefes de las disidencias del frente 33 de las Farc. Allí se consolidó la contratación y recibieron instrucción en manejo de explosivos.
Para el 5 de diciembre, estas tres personas, junto a Sebastián Moreno Maya, Adrián Kaled Guzmán y Yuly Mileidy Mazo, se trasladaron de Medellín a Cúcuta en un bus de servicio público, en compañía de su hija menor de edad. Allí se hospedaron en un hotel del centro de la ciudad y en dos casas ubicadas cerca del aeropuerto.
Las investigaciones pudieron determinar que estas personas se hicieron pasar por vendedores de refrescos en una carretera cercana al lugar donde pusieron los explosivos, para disimular las labores de vigilancia que desarrollaban.
En la noche del 13 y la madrugada del 14 de diciembre, estas personas ingresaron vestidos de negro a la pista del aeropuerto y la recorrieron en varias ocasiones. Hacia las 5:00 de la mañana, dos hombres cruzaron la reja e ingresaron.
A uno de ellos se les explotó un artefacto que llevaba en una maleta que cargaba en la espalda, y murió. A su lado se encontró una pistola colt y un
celular. El otro explosivo, compuesto por cerca de 30 kilogramos de pentolita, estalló luego, ante la presencia de los técnicos antiexplosivos de la Policía Nacional.
