Una de las hipótesis que manejan las autoridades sobre aquella masacre es que alias la Diabla era el verdadero objetivo de los sicarios, pero estos se habrían equivocado y asesinaron a la familia Lora Rincón.
La masacre de la familia Lora Rincón, registrada el 29 de diciembre del 2024, en Aguachica (Cesar) parece tomar un giro trascendental en sus investigaciones, luego de que las autoridades nacionales confirmaran que fue asesinada Zaida Andrea Sánchez Polanco, de 27 años, conocida como alias la Diabla, considerada pieza clave dentro de una de las hipótesis que se manejan.
El crimen de esta mujer ocurrió a las 7:30 p. m. del pasado miércoles 22 de enero, en el barrio Naranjal, de la comuna Laureles Estadio, en Medellín, cuando esta se bajaba de una camioneta blanca de alta gama marca Toyota Sahara, blindada, y fue interceptada por dos sujetos que se movilizaban a bordo de una motocicleta.
“Siendo las 7:50 p.m., se realiza la inspección técnica del cadáver de esta mujer de 27 años, quien presenta lesiones ocasionadas por arma de fuego y fue trasladada posteriormente a un centro asistencial donde fallece. Según laboras de campo, la víctima fue abordada por dos sujetos que sin mediar palabra le disparan. Los hechos y responsables son materia de investigación”, describió el Sistema Integrado para la Seguridad y Convivencia de Medellín.

La Diabla y su vínculo con la masacre en Aguachica
Como se recordará, el 29 de diciembre de 2024, día domingo, el país se estremeció de terror cuando se conoció la noticia, a eso de las 12:56 p. m., de que sicarios habían cometido una cruel masacre en un restaurante del municipio de Aguachica, Cesar. Sus víctimas: un pastor cristiano identificado como Marlon Lora Becerra; su esposa Yurlay Rincón; su hija Ángela Lora Rincón; y su hijo Santiago Lora Rincón, quien fue el único sobreviviente inmediato del ataque, pero posteriormente, el 31 de diciembre, también falleció en una clínica de alta complejidad.
El país quedó perplejo, el fin de año en Aguachica cambió su ambiente festivo por amargura, dolor y un llanto general de sus habitantes, a causa del vil asesinato de una familia creyente y entregada a Dios. Las autoridades por su parte, emprendieron las investigaciones para esclarecer los móviles de la masacre, ofrecieron recompensas y hallaron algunas pistas que de alguna manera han ido aclarando el panorama.

Una de las primeras hipótesis que empezaron a vociferarse guardaba relación con posibles extorsiones a la familia Lora Rincón, pero de a poco esta línea investigativa se fue diluyendo y cobró fuerza el móvil de una posible confusión de los criminales. Fue en ese momento que entró a discusión sobre la mesa el nombre de alias la Diabla.
Los investigadores de la Policía y del CTI que llevan el caso revelaron que Zaida Andrea Sánchez Polanco, alias la Diabla, era viuda de Alexander González Vélez, alias el Calvo, también asesinado a mediados de diciembre y señalado de integrar una red criminal en Aguachica, escondida bajo la fachada de préstamos ‘gota a gota’.
El nombre de Zaida tomó más revuelo tras la masacre de la familia Lora Rincón, pues los investigadores apuntaron en una de sus hipótesis que esa mujer era el verdadero blanco de los sicarios, quienes se habrían equivocado al confundirla con Ángela Lora Rincón, la joven de 24 años hija del pastor Marlon.
La Diabla era considerada una pieza clave en las investigaciones sobre ese crimen, porque se presumía que tenía información valiosa sobre la estructura criminal y sus acciones, pues otra de las líneas indagatorias dilucida posibles nexos entre el pastor Marlon Lora y alias el Calvo. Esta fémina era investigada por los delitos de homicidio y por hurto.
Con el asesinato de esta mujer, las investigaciones se complican aún más, pues esta línea se fajaba en conocer información a boca de la hoy occisa, quien fue callada por las balas criminales. De todos modos, la Policía y la Fiscalía continúan trabajando arduamente en el caso de la masacre de Aguachica, la cual ha dejado una profunda tristeza entre esa comunidad cesarense.
Informe y redacción: Luis Ángel Terán