“Vive 24 horas pensando en fútbol, detesta la derrota, pero incluso en la victoria encuentra defectos que pulir”.
El césped del Juventus Stadium de Turín fue el escenario de un colapso mental atípico en Alexia Putellas Segura. La ganadora del premio ‘The Best’ a la mejor futbolista del planeta arrastró meses de trabajo obsesivo en 2022 para demostrar por qué había llegado hasta ahí. Una derrota en la final de Champions ante 15.000 aficionados azulgranas que se desplazaron a la ciudad italiana supuso el derrumbe de una jugadora que hasta entonces no parecía humana. “Era la primera vez que exteriorizaba sus sentimientos”, decía su madre, sobre las duras imágenes de la jugadora llorando en el suelo.
Alexia mostró ser humana, se marchó de vacaciones con necesidad de desconectar, manifestando incluso su deseo de dejar el fútbol. Al cuarto día, necesitaba volver a entrenar y no recordaba haber cruzado un límite. Estaba lista para la batalla. Y aunque el destino le deparaba una grave lesión del ligamento cruzado anterior en las siguientes semanas, en la víspera de una Eurocopa, Alexia se aferró a un lema que lleva tatuado en la piel: ‘Labor omnia vincit’, o el trabajo que todo lo vence.
Alexia Putellas, la obsesión por el fútbol
Mente prodigiosa, obsesa del fútbol, capacitada para sobrellevar la presión de ser la mejor jugadora del mundo durante dos temporadas consecutivas, la azulgrana tiene la virtud de sobreponerse a los contratiempos de un deporte que le ha llevado en muy poco tiempo a vivir grandes extremos. El de ser elegida mejor futbolista del planeta, y el de romperse la rodilla quedándose al margen de su gran pasión durante nueve meses. Un año después, ante la oportunidad de ganar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, Alexia focaliza su esfuerzo en un nuevo reto, ser la mejor del mundo en un contexto de máxima exigencia, ante las mejores futbolistas del planeta, y sin apenas haber jugado durante la temporada. La centrocampista española vive con una mentalidad renovada su participación en la Copa Mundial Femenina de FIFA, esta vez liderando a España hacia el gran objetivo.
Una vida destinada a la élite
Alexia vive 24 horas dedicada al fútbol. Todo lo que hace durante todas las semanas del año, excepto una en la que realmente descansa, se dirige a la perfección en un ámbito que no considera su trabajo. Desde que falleció su padre, se prometió aprovechar cada segundo de una carrera deportiva que no dura toda la vida, y aunque su entorno le señala el exceso en su preocupación, ella vive la élite de la forma más natural para superarse.
Alexia no soporta perder, pero incluso en la victoria detecta defectos que pulir. Cada partido, cada temporada, cada objetivo como equipo, pasa por un análisis exhaustivo de lo que sucede en cada minuto, hasta el punto de no dormir cada vez que juega un partido de fútbol.
Entrenar, ver partidos, entrenar, jugar, analizar, hablar con su técnico, volver a entrenar. Su rutina es tan extenuante que pocas mentes podrían soportarlo. Alexia Putellas siente que sería un fracaso no dar cada minuto de su tiempo a la perfección, y por este entrenamiento mental se permite solo una semana de desconexión, aunque sus vacaciones sean más largas. En la segunda semana de descanso, Alexia ya está preparándose para la vuelta a su vida, para sumar herramientas y armas con las que el rival se pueda frustrar.
Si Alexia sufre una derrota, necesita volver a jugar por salud mental, por el alto nivel y la perfección que le llevan a pensar constantemente sobre lo que acaba de vivir en el terreno de juego. “Voy a ponerme en tus manos para que me hagas la mejor centrocampista del planeta”, le dijo a su técnico Jonatan Giráldez.
La mente de Alexia solo piensa en ganar y volver a ganar
En el podio de Goteborg, cuando Alexia acababa de ganar la primera Champions League de su carrera, el técnico azulgrana, Lluis Cortés, se acercó a felicitarle por su actuación. Ella respondió: “Tenemos que ganar la Copa y conseguir el triplete, es nuestro año”.
Esta actitud ganadora espoleada por el recuerdo y homenaje a su padre, quien falleció cuando apenas había comenzado su carrera en la élite, es la que le ha llevado a conquistar casi todo lo que se ha propuesto. Individualmente ha sido reconocida como la mejor futbolista del planeta, premios que señalan su activa participación en los logros del FC Barcelona en el último lustro.
Con Alexia sobre el terreno de juego, el FC Barcelona se siente casi intratable. El club azulgrana ha disputado 4 de las últimas 5 finales de Champions League, levantando dos títulos en 2021 y 2023. Y con sus estadísticas como goleadora y asistente, pese a ser centrocampista, ha llevado a las culés a ganar todos los títulos nacionales que se han marcado, incluido un triplete en la temporada 2020/2021. En la liga española, por el momento, no tienen rival.
Esta inercia vencedora es la que Alexia, junto a sus compañeras, pretende trasladar a España. Sexta en el ranking FIFA, la selección que lidera tiene como objetivo dar un salto de competitividad que le ha faltado en anteriores torneos, cuando pecó de novata. España solo ha disputado dos Copas Mundiales en 2015 y 2019, y busca en Australia y Nueva Zelanda 2023 el punto de inflexión que le lleve a hablar de tú a tú a las grandes potencias internacionales.
La mente de Alexia, que acaba de restaurarse durante una lesión de larga duración, vuelve a activar la maquinaria de la victoria, esta vez de rojo, y con la intención de dejar un legado eterno para la selección española.
Tomado de: Fifa.com