La esposa del barranquillero que perdió la vida buscando el “sueño americano” contó cómo sucedió la tragedia.
La búsqueda del “sueño americano” por parte del barranquillero Abel Eduardo Consuegra Santiago, de 32 años de edad, terminó en tragedia el pasado mes de julio; aunque sus familiares fueron informados de que al hombre lo había arrastrado el río Bravo, en la frontera entre México y EE. UU., ellos conservaban la esperanza de que apareciera con vida.
Consuegra Santiago partió en la tarde del 20 de junio del Aeropuerto Ernesto Cortissoz a Bogotá desde donde viajó el 21 a Cancún, México, de allí se dirigió a Monterrey y el pasado 30 de junio se trasladó a Piedras Negras, Coahuila, para el 1 de julio, alrededor de las 3:00 p. m., disponerse a cruzar la frontera hacia Estados Unidos, a través del río Bravo.
Estefany Jiménez, compañera sentimental de Abel, contó: “Él siempre quiso estar allá, ahora no sé si sea un sueño americano porque he visto muchos comentarios de que ya no es un sueño, más con esto que pasó ahora que a Abel lo encontraron sin vida, la noticia la confirmó un funcionario del Consulado. Abel siempre quiso estar allá, luchó hasta lo último para poder llegar y trabajar, y si llegó no fue de la forma en que quería, que era trabajar allá, tener una mejor vida, más que todo lo quiso hacer por su hijo y darle una mejor educación”.
Jiménez detalló sobre los hechos trágicos: “25 días después fue que supe de él, ya que una persona del grupo salió de un centro de detención y se empezó a comunicar, ella nos dijo que el río se los llevó tanto a ella como a otros más, pero a ella la rescataron. Ayer el funcionario me llamó y me dijo que había unas fotos que coincidían con los tatuajes de Abel. Cuando me mandó las fotos supe que ese era Abel. Ahora su hijo pregunta demasiado por él”.
La mujer contó que para la fecha que su compañero fue arrastrado por el río, el saldo de las víctimas mortales al intentar cruzar el río Bravo fue de cuatro, entre ellas, una madre y su bebé. El cuerpo de Abel, posiblemente, será cremado para su repatriación.
Artículo relacionado: “Encontramos a Abel en una morgue de Houston”: caso de barranquillero que viajó por el “sueño americano”
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
