La ganadora del Balón de Oro anotó y puso un pase para gol en el triunfo ante Japón (2-1). Mariona Caldentey marcó el gol de la victoria.
El fútbol femenino español tenía una última frontera. Un último hito que alcanzar en la explosión que ha vivido en la última década. Debutó en un Mundial (2015); brilló aunque sin suerte en una Eurocopa (2022); subió a la cima del mundo (2023); ganó la Nations League (2024); y en París 2024debutó al fin en unos Juegos Olímpicos.
La selección española femenina de fútbol derrotó a Japón (2-1) en un partido irregular, pero donde demostró el poso competitivo que ha ganado en los últimos años. Lejos de padecer por el golazo con el que Fujino Aoba abrió el marcador, el equipo de Montse Tomé encontró el empate a los diez minutos y a partir del gol creció para imponerse a las niponas.
Y en el centro de este primer triunfo para la historia, Aitana Bonmatí. La catalana hizo el empate en una jugada que mudó de signo con un cambio de ritmo de Alexia Putellas. Athenea del Castillo recibió en la frontal y filtró un pase medido para la llegada de Bonmatí, que definió por bajo ante la salida de la guardameta.
Una acción que empezó con una Balón de Oro y terminó con otra. El signo de la edad virtuosa del fútbol femenino español.
Como significativo era también que su rival en el debut olímpico fuera Japón, el mismo equipo contra el que cayó goleada en el primer partido del Mundial de 2023. “Hoy miro hacia atrás y creo que esa derrota nos ayudó a ser campeonas del mundo”, admitió Bonmatí al sitio oficial de FIFA.
Esta vez no se trataba de gestionar la derrota, sino el gol en contra. Y España tuvo las armas y la confianza para hacerlo. La selección española creció al calor del gol, buscando la superioridad en las bandas en un partido en el que Salma Paralluelo estuvo desdibujada. Al descanso, una marcha más. Y con la entrada de Oihane Hernández y Jenni Hermoso, una más.
Un paso adelante por actitud en una tarde donde el juego no fue tan constante, y donde encontró la recompensa a 15 minutos del final. En otra combinación por el costado, esta vez el izquierdo, Mariona Caldentey arrancó hacia el centro, se apoyó en Aitana y, al recibir de vuelta, se acomodó el balón y lo envió cerca del palo para sellar una victoria que ya es historia del fútbol español.
