El Tiburón encarará en su próximo cotejo el clásico costeño ante Unión, el sábado 8 de febrero, en Santa Marta.
Por: Iván Peña Ropaín.
Un triste empate 2-2 registró, la noche del sábado 2 de febrero, Junior de Barranquilla frente a Águilas Doradas de Rionegro en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, duelo por la fecha 2 de la Liga Betplay-I 2025, perfilando este score un pobre arranque de temporada, pues en dos salidas que ha tenido, y en su casa, solo ha podido sumar dos unidades. ¡Menos mal estamos de Carnaval!
El conjunto barranquillero varió para este partido su onceno titular en comparación al equipo que formó en el debut ante Deportivo Cali, colocando en una de sus laterales a Yeferson Moreno, al contención Fabián Ángel y al delantero Carlos Bacca, quien hizo doble nueve con el paraguayo Guillermo Paiva.
Del resto del equipo hicieron parte: Santiago Mele en el arco; Jhonier Guerrero, Daniel Rivera y José Cuenú en zaga defensiva; Didier Moreno en recuperación; y Yimmi Chará y Deiber Caicedo en medio generativo.

El duelo en el Coloso de la Ciudadela arrancó con la intención ofensiva que se esperaba por parte del dueño de casa, no sólo por el rival que tenía al frente, sino porque urgía ganar este duelo por muchos motivos, entre ellos el divorcio en el que está el club con un gran sector de la hinchada juniorista.
El trámite del cotejo se estaba tornando de posesión tibia para el elenco Dorado y de transiciones fulgurantes por centro y por bandas para el Rojiblanco, pero sin solvencia, solo hasta que llegó el tanto que quebrantó el celofán.
Ese grito de gol fue al minuto 25, a través de Carlos Bacca, quien en un formidable sostenido en el segundo palo y entre dos defensas rivales, empalmó de cabeza un gran centro de costado derecho de Yimmi Chará, cambiándosela de vertical al meta Geovanni Banguera. ¡Golazo!

Continuando las acciones, el émulo intentó llegar a la paridad con escaramuzas, mientras al Junior le quedaron dos más para ampliar la cuenta, una con Guillermo Paiva y otra más con Chará, pero sus definiciones endebles se lo inhibieron al dueño de casa, escuchándose más bien el pitazo final de los primeros 45 minutos.
“No hay es ná, pa’ fuera todos”: el hincha
La segunda parte comenzó con tres oportunidades claras para que Águilas Doradas llegara al uno a uno velozmente, salvando en una Mele y restándole, por suerte para los junioristas, dirección a los atacantes del adversario. ¡Empero la fortuna dio luego la espalda!
Después de manejarle la pelota al elenco ‘currambero’ a placer, notándose al equipo adiestrado por César Farías sin brujula y agotado, el visitante consiguió la diana que puso el uno a uno parcial, al 62′, por intermedio de un testazo de Jean Pineda, tras un cobro de tiro libre de costado.

El carrilero aprovechó una desatención defensiva del Junior de Barranquilla para decretar una bonita anotación, la que solo tuvo que ver Mele con sus ojos, ya que no le dio para volver a salvar a su divisa.
Viéndose que los ‘tiburones’ se ahogaban y por su parte crecía en su fútbol el paisa, se requería mover el banco, lo que no comprendió Farías.
Cuando sufrió la igualdad fue que hizo modificaciones, estas al minuto 64: Steven “Tití” Rodríguez por Paiva, Bryan Castrillón por Caicedo y Léider Berdugo (regresaba después de una lesión sufrida en octubre de 2023) por Ángel. Ingresó luego, al 76′, José Enamorado por Bacca.

Pero los cambios no despertaron el ataque del Rojiblanco, solo lograron recuperar las acciones. Sin embargo, el poco público que fue al Metro tuvo que ver más bien otra diana para Águilas, al 82′, cazando Guillermo Celis una bola que había dando previamente en el horizontal del arco norte.
Ya en las postrimerías de este juego por la fecha 2 del Torneo Apertura, marcándose el 90+2′, de cinco que repusieron, llegó el dos a dos definitivo, a través de Tití. Ya el juniorista empezaba a salir del Metro aburrido, mientras otros gritaban desde las tribunas improperios contra el DT Farías y los futbolistas por la derrota que se estaba dibujando.
No obstante, terminó al final con una igualdad con sabor a derrota, porque no sólo fue el marcador, sino el esmirriado fútbol que exponen los jugadores del Junior de Barranquilla.