La víctima se encontraba con un grupo de jóvenes cuando se presentó la tragedia.
Una tarde de diversión y “recocha” entre jóvenes se convirtió en amargura para la familia de un adolescente de 15 años, que perdió la vida en circunstancias trágicas en una represa o jagüey del corregimiento de Campeche, jurisdicción del municipio de Baranoa, Atlántico.
Entra las 4:00 y 5:00 p. m. del lunes 24 de noviembre, el joven Marcos Cervantes y un grupo de amigos llegó al espejo de agua, popularmente conocido entre la comunidad como ‘la represa del Mocho’, con el fin de darse un baño.
Conforme a lo que se ha logrado conocer, el menor ingresó al agua, se sumergió y no volvió a salir a flote. Los minutos pasaron y la angustia y desesperación se apoderó de quienes estaban con él: los más valerosos intentaron buscarlo, pero la acción no dio réditos. Al rato, otro grupo de jóvenes llegó al cuerpo de agua con la misma intención de echarse un “chapuzón”, pero encontraron a los primeros llorando y pidiendo auxilio.
Fue así como estos pidieron auxilio a residentes de fincas cercanas y se zambulleron al agua para buscarlo, pero cada acción fue infructuosa. Tuvo que ser el cuerpo de bomberos de Baranoa quien hallara el cuerpo de Marcos sumergido. Acto seguido, lo sacaron del jagüey y lo llevaron a la orilla, donde trataron de reanimarlo, pero era demasiado tarde: ya no poseía signos vitales.

El occiso era estudiante de 10.° de la Institución Educativa Técnica Agropecuaria de Campeche y además hijo único, lo que hace su pérdida aún más dolorosa para unos padres que en él veían a su todo.




