El hombre, quien fue capturado en Barranquilla, no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía en su contra.
En las últimas horas un juez con funciones de control de garantías envió a la cárcel a un hombre como presunto responsable de los delitos de tortura agravada, en concurso heterogéneo y simultaneo con lesiones personales dolosas agravadas.
Cabe recordar, que el pasado 24 de septiembre a una clínica del norte de Barranquilla ingresó un niño de nueve años de edad, remitido de una clínica de la ciudad de Valledupar, Cesar, su tío indicó que al pequeño lo había mordido un semoviente en sus partes íntimas.
El personal médico se percató de que el niño presentaba amputación en sus genitales con corte liso de bordes regulares y que eso no era congruente con la mordedura, como lo manifestó el tío, un miembro del pueblo Ikul, cuyos integrantes son llamados generalmente arhuacos.
“Se pudo establecer, que, ante la gravedad de la herida, la víctima debió ser trasladada de Valledupar (Cesar) a una clínica de Barranquilla (Atlántico), donde luego de una valoración psicológica y del dictamen del Instituto de Medicina Legal, el menor confirmó que la agresión había sido producida por el hoy imputado, como castigo por estar jugando“, indicó la Fiscalía.
Por ello, a través de la Unidad Básica de Investigación Criminal de la Policía de Barranquilla, en coordinación con el Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia, fue capturado el hombre de 51 años de edad por el delito de tortura agravada y violencia intrafamiliar agravada.
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“Los hechos se registraron el pasado 22 de septiembre en la zona rural de Pueblo Bello (Cesar), cuando, al parecer, Villafañe Torres habría agredido a su sobrino con un arma corto-contundente, produciéndole la amputación de sus partes íntimas. En desarrollo de las audiencias el implicado no aceptó su responsabilidad por los delitos imputados“, indicó el ente investigador.