Los cuerpos del Anderson Bohórquez y los otros seis militares asesinados permanecen en Medicina Legal de la ciudad de Villavicencio.
Una madre adolorida llora la pérdida de su hijo Anderson Steven Bohórquez Ospina, uno de los siete militares que fue asesinado por las disidencias de alias Calarcá, el pasado domingo 27 de abril en el departamento del Guaviare.
Diana Ospina estaba devastada, su voz se entrecortaba por un nudo en la garganta y por esas ganas incesantes de llorar a raíz del fallecimiento de su hijo amado. Sin embargo, fue muy amable en sostener un breve diálogo con Impacto News, en donde contó detalles personales del joven de 20 años que siempre soñó con defender la patria con honor y lealtad.
“Anderson era un joven súper, siempre desde pequeño le gustó su Ejército y cuando terminó el bachillerato lo pusimos a estudiar pero no quiso porque su sueño era defender al país. Primero hizo vueltas para entrar a la Policía, pero no quedó y se le metió en la cabeza que se quería ir para el Ejército a servir a la patria”, inició relatando la doliente progenitora.
De ese modo, Anderson ingresó al Batallón Paraíso de Barranquilla, allí prestó el servicio, hizo formación y se convirtió en soldado profesional, labor que llevaba desempeñando desde hace aproximadamente 20 meses, cuando la institución castrense decidió enviarlo para el departamento del Guaviare.
Su madre recuerda a Anderson Steven como un muchacho sano, que amaba a su familia y que luchaba diariamente por salir adelante.
“Era buen hijo, no le gustaba el trago, prefería decirme para salir a comer, ir a cine, visitar a sus amistades o con la familia. Decía que él venía era a disfrutar con la familia”, expresó.
Asimismo, explicó que el sábado por la noche fue la última vez que sostuvo comunicación con su hijo, quien le manifestó que venían saliendo de la zona selvática hacia la población porque en los próximos días iban a darles descanso para que visitaran a sus familias.
“La última vez que hablamos fue el sábado en la noche, me dijo que venía bajando, que estaba cansado y que cuando llegara acá a la casa le hiciera un asado. A principios de mayo salía de permiso y venía a visitarnos, ya que la última vez que compartió con nosotros fue hace seis meses“, agregó Diana.
Anderson perdió la vida de forma vil y criminal a manos de quienes profesan tener voluntad de la anhelada paz, pero su madre responsabiliza directamente al presidente Gustavo Petro por la permisividad y flexibilidad con las organizaciones criminales y armadas al margen de la ley.
“No sé cual es la paz que quería el presidente, estamos peor que antes y esto es culpa de él por estar arrodillado frente a esos grupos armados que nos roban la tranquilidad”, puntualizó.
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El cuerpo de Bohórquez Ospina se encuentra en la sede de Medicina Legal en Villavicencio, Meta, junto con los de sus compañeros que también fueron asesinados. Entretanto, su familia, en el barrio Simón Bolívar, en Barranquilla, espera que sea trasladado pronto para brindarle una digna y honorable sepultura en su ciudad natal.
Informe: Luis Ángel Terán
