Llamen como quieran llamar eso que les hizo falta a los futbolistas ‘tiburones’, principalmente, en ese partido ante América en el que con solo haber ganado uno a cero se hubiesen instalado en la final.
Por: Iván Peña Ropaín.
Si bien no fue abundante la hinchada rojiblanca que acompañó al Junior de Barranquilla durante estos cuadrangulares y durante todo el semestre, los cerca de 10 mil que siempre estuvieron dejaron todo en las gradas, pusieron eso que les hizo falta a los jugadores en ese último juego ante América de Cali: “huevos”.
El conjunto barranquillero se enfrentó, la tarde del domingo anterior, al cuadro Escarlata en el estadio Pascual Guerrero y terminó cayendo por la mínima diferencia de uno a cero. Junior requería de una victoria, así fuese de 1-0, porque se le estaban dando las cosas en Ibagué.
En dicha plaza venció 1-0 Deportes Tolima al Once Caldas, score que al final le concedió el pase a la final en el grupo B al cuadro tolimense, que ahora disputará la final de la Liga Betplay-II contra Atlético Nacional de Medellín.
Pero retornando a lo primero, a la falta de “vida” y “huevos” que se les observó a los jugadores en ese cotejo crucial ante América, esa paupérrima actitud no le alcanzó ni para llegar siquiera al empate, el que habría avivado las esperanzas junioristas de llegar al segundo tanto para así lograr el paso a la finalísima.
Sin embargo, después de un primer tiempo mediocre y un segundo en el que salió a buscar, pero sin ideas y con una que otra escaramuza en el arco defendido por el meta Jorge Soto, Junior de Barranquilla al final del cotejo terminó cargando con la derrota y posterior eliminación.
