El hombre también se cosió los labios.
Como muerto en vida por su situación económica, así se siente Luis Miguel López, un hombre de 74 años que decidió enterrarse en su vivienda, construida en la invasión Tocaimita, de la localidad de Usme, en Bogotá.
El hecho llamó la atención de sus vecinos y captó el interés de los cibernautas, quienes se han aterrado de que un adulto mayor tenga que llegar a esos extremos para pedir ayuda con el fin de tener una vida digna.
López contó que tomó esa decisión porque su vida iba de mal en peor, ya que anteriormente comercializaba artesanías, pero en octubre de 2021 le robaron $4 millones en un atraco durante el cual le propinaron 14 puñaladas, perdió la movilidad de un brazo, lo sacaron del lugar donde residía y tuvo que irse a vivir en un refugio de la invasión, construido con palos y latas.
Vecinos de Luis Miguel, quienes también viven en una situación difícil, contaron que el hombre no tenía ni siquiera comida para subsistir ni acceso a servicios públicos y que en varias ocasiones el abuelo acudió a la Secretaría de Integración Social para pedir ayuda, pero no la recibió.
El hombre se enterró el lunes 23 de mayo, ese mismo día funcionarios de la Alcaldía Local de Usme, con la ayuda de bomberos y personal médico, lo trasladaron a un hospital, donde permaneció hasta la madrugada del martes 24.
El adulto pidió a la Alcaldía que le brindara su colaboración para conseguir un empleo o un préstamo con el fin de iniciar un emprendimiento, mejorar su vida y apoyar económicamente a su hijo y nietos, pero, al parecer, no recibió solución por lo que se volvió a enterrar.
La Secretaría de Seguridad y la Tropa Social acudieron nuevamente a su encuentro para ayudarlo a obtener el subsidio del programa del adulto mayor, luego de ello, el hombre aceptó la oferta, fue desenterrado nuevamente y valorado por la Secretaría de Salud.
