Los hechos se registraron en el barrio Los Mayales de Valledupar.
El intendente jefe de la Policía Alberto Fabio Páez Granados, de 47 años, se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, de la Clínica Santa Isabel de Valledupar, Cesar, tras ser apuñalado y quemado en varias partes de su cuerpo, presuntamente, por su esposa.
Páez habría sido atacado el 10 de mayo, pero solo hasta el 11 logró llamar a una patrulla para que lo auxiliara; fue su misma pareja quien abrió la puerta a los oficiales.
Según alcanzó a revelar Páez, él estaba durmiendo cuando la mujer le lanzó agua caliente y le causó dos heridas con arma blanca en el cuello, una en el tórax y una en el antebrazo izquierdo.
La Policía evidenció que la fémina identificada como Deisy María Espitia Guerra, de 42 años, tenía golpes en el cuello y lesiones menores en las manos, por lo que también la trasladaron al centro asistencial.
Según relató el fiscal del caso, los agentes “observaron sangre por todas partes de la casa y vieron al señor Alberto Páez lesionado, presentando heridas con arma corto punzante. Él manifestó que su esposa lo había herido en distintas ocasiones mientras dormía”.
De la pareja quien resultó mayormente herido fue el intendente, el cual tiene quemaduras de primer y segundo grado en miembros inferiores con presencia de ampollas y ya fue sometido a cirugía.
A Espitia la capturaron y en las últimas horas se legalizó su captura, le imputaron el cargo de tentativa de homicidio agravado y le impusieron medida de aseguramiento en centro carcelario.
De acuerdo con los elementos probatorios recopilados por la Fiscalía General de la Nación, el altercado habría comenzado porque Deisy María encontró un mensaje “comprometedor” en el celular del uniformado, por lo que los celos y la rabia frente a una supuesta relación sentimental que sostendría el hombre con otra persona la habrían llevado a atacarlo.
La mujer se defendió argumentando que tenía problemas de salud y su esposo la maltrataba psicológicamente; además, aseveró que al momento de los hechos no era consciente de lo que hacía. “Él me lastimó y yo lo lastimé más en defensa”, expresó.
