El estudiante llegó desde Turbo, Antioquia, en busca de un mejor futuro.
En 2017, Julio César Sandoval, de 17 años, salió de Turbo, Antioquia, hacia Barranquilla cansado de no poder cumplir sus sueños, por eso, decidió darle un vuelco a su vida, a pesar de presentar dificultades en su movilidad.
Cuando llegó a la capital del Atlántico arribó al barrio Siete de abril, donde hasta el día de hoy sigue residiendo. Allí su vida ha sido toda una aventura por lo complejo que le ha sido adaptarse al ambiente, pero aun así, no se ha rendido y siempre tiene claro su objetivo de superarse.
“Quiero demostrarle a la gente que sí se puede salir adelante, aunque se venga de un barrio de mucha violencia y se tenga una discapacidad. Quiero ayudar a mis padres para sacarlos adelante. Me gustaría ser ingeniero y voy a lograrlo con mi fe puesta en Dios”, expresó Julio.
Las noches de Julio cambiaron gracias a la ayuda de personas que han sido importantes en su progreso. Cada día toma los útiles escolares, se sube a su triciclo hecho con piezas de hierro y una silla plástica para emprender el camino hacia el Megacolegio del barrio Santa María.
“Mi papá habló con la seño Lisbeth, ella siempre me ha tenido mucho cariño y habló con el rector para que me permitiera ingresar a estudiar. Ha sido la profesora que siempre me apoya y está pendiente de mí en el colegio”.
Lisbeth Ojeda, docente de Julio Cesar, expresó que él es un joven muy inteligente, tanto así que logró ocupar los primeros puestos cuando desarrolló su primaria en el horario nocturno.
“Cuando ingresó teníamos temor que no culminara sus estudios porque era muy jovencito, pero su fuerza y su entereza le ha permitido continuar. De hecho, nos dijo que quiere terminar su bachillerato rápido porque desea ingresar a la universidad“, indicó Ojeda.
Julio dice ser una persona de muy pocos amigos, pero decidido a cumplir sus propósitos sin importar los obstáculos que la vida le presente. Espera seguir encontrándose ángeles en el camino para que lo ayuden a convertirse en el ingeniero que siempre ha soñado.
Informe: Alexander Ojito -El Ojo de la Calle- y Xilena Robles
