La víctima del siniestro vial era natural de Bucaramanga, pero estaba radicado en Barranquilla desde hace muchos años.
Reinaldo Sánchez García se alistaba diariamente a las 4:30 a. m. para salir media hora después a buscar su “bicicoche” en el parqueadero donde lo guardaba y así comenzar a trabajar.
En la mañana del jueves 10 de febrero, siendo las 6:44 a. m., transportaba a una pasajera por la Vía 40 con calle 106, barrio Las Flores de Barranquilla, sin pensar que les esperaba un lamentable destino.
En videos de cámaras de seguridad quedaron grabados los angustiosos instantes en que Reinaldo intentó desviar su curso para esquivar al bus de Coochofal que iba hacia ellos; no obstante, todo pasó en cuestión de segundos y ni a él ni a su pasajera, quien procuró bajarse del bicicoche, les bastaron los intentos.
Reinaldo Sánchez (hijo) le contó a Alexander Ojito, reportero urbano de Impacto News, cómo se enteró de la lamentable noticia que pudo corroborar con sus propios ojos en el lugar de los hechos.
“Yo estaba durmiendo cuando compañeros, conocidos, comenzaron a llamarme y a contarme de lo ocurrido, que a mi padre lo había atropellado una buseta. En el momento salí para el barrio y cuando llego es que lo veo tirado en el piso, ya estaba muerto“, contó el joven.
Al preguntar sobre quién había arrollado a su progenitor le dijeron que una persona a la que se habían llevado para un CAI, sin embargo, por la tristeza y el impacto de la noticia no indagó más.
“Yo en el momento no quise reaccionar porque tenía a mi padre muerto ahí, era la impresión de ver a mi papá ahí tirado”, expresó Reinaldo.
“Tenía diez años trabajando en su carrito”
La víctima del accidente era natural de Bucaramanga, dejó dos hijos mayores de edad y, aunque vivía solo, la comunicación y el amor entre ellos nunca faltaba.
“Él era feliz cada vez que yo iba a Las Flores, era contento de que yo llegara, lo visitara, le llevara cosas; la última vez le llevé un par de zapatos, los recibió, estaba alegre. Siempre le preguntaba sobre su salud, cómo estaba, cómo se sentía, como yo soy conductor él me preguntaba a dónde me mandaban a viajar”.
Reinaldo (padre) tenía más de 10 años laborando día a día a bordo de su bicicoche; antes de ejercer ese oficio, se desempeñaba como ayudante de un camión que transportaba mercancías.
A veces le iba bien y otras no tan bien, pero sus hijos siempre estaban pendientes de que no le faltara nada. No solo transportaba a personas que le solicitaban el servicio en la calle, sino que movilizaba a niños hasta la escuela, por lo que recibía pagos diarios o semanales.
“Era excelente, no tengo quejas sobre él, un buen padre, un buen amigo, alegre, todo el mundo en el barrio lo reconocía, podía estar enfermo que siempre andaba con las personas mamándoles gallo. Queda uno en shock en ese momento al ver cómo muere un padre de uno en un acto así, una persona que no merece morir de eso modo”, expresó Reinaldo.
El joven también contó que relacionado con el accidente nadie se ha comunicado con él y advirtió que el lugar donde pasaron los hechos es peligroso, dado que recientemente “ha habido varios accidentes porque ahí no hay reductores de velocidad ni señalización”.
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Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
