Estos trabajadores turísticos, que no se resisten a la transición al sistema moderno, argumentan que van a ser excluidos del nuevo proyecto y por ende ven en riesgo su futuro laboral.
Por: Iván Peña Ropaín.
A partir de este martes 30 de diciembre, la turística ciudad de Cartagena verá oficialmente en circulación los denominados coches eléctricos por las calles del Centro Histórico y por la Ciudad Amurallada, tal como lo había anunciado desde semanas atrás el alcalde Dumek Turbay.
El mandatario de los cartageneros había expresado que en enunciada fecha entraba en vigencia el decreto que prohíbe para siempre la circulación de carrozas de tracción animal por dichos puntos turísticos, estando entre los objetivos preservar la vida de estos mamíferos solípedos.
Pero ante la expectativa de muchos cartageneros por ver rodar lo novedoso, la Asociación Cartagenera de Cocheros (Asocarcoch) anunció que adelantaría una marcha en rechazo a una parte del proyecto de transición de coches halados a caballo por vehículos eléctricos.
Y efectivamente, la protesta se llevó a cabo en horas de la mañana de este lunes por diversos tramos del Centro Histórico hasta llegar a la Alcaldía Mayor, expresando con pancartas y megáfonos en mano su desacuerdo con el aparte del proyecto que los excluiría de laborar en los nuevos medios de transporte que operarán. Argumenta la Asocarcoch que no solo tendrán que entregar sus unidades animales, sino que no podrán convertirse en propietarios de los nuevos, situación que pone en riesgo su seguridad laboral y económica y la de sus familias.




