El uniformado se encontraba disfrutando de 10 días de descanso navideño que le otorgó la institución.
La noche del domingo se tiñó de luto en el área metropolitana de Cúcuta. El subintendente Yair Fabián Prato Castro, de 32 años, fue asesinado en el municipio de Los Patios, Norte de Santander, dejando una herida profunda en la Policía Nacional y en una familia que hoy enfrenta el dolor más difícil: despedir a un padre, a un hijo y a un hombre que eligió servir al país con el uniforme puesto.
Yair era cucuteño, orgulloso de su tierra y de su vocación. Su hoja de vida hablaba con la claridad de los hechos; tenía 44 felicitaciones oficiales, múltiples cursos especializados y una trayectoria sólida como investigador judicial. Integró la Dijín y prestó servicio en departamentos y ciudades como Arauca, Bogotá y varios municipios de Norte de Santander, siempre con disciplina y compromiso.
En los últimos meses había sido asignado al municipio de Durania, pero su carrera estaba a punto de dar un nuevo paso. Desde el pasado 9 de diciembre había sido notificado de su traslado a la Policía Metropolitana de Cúcuta, un regreso esperado, cercano a su hogar. Mientras llegaba el momento de asumir formalmente el cargo, disfrutaba de unos días de descanso navideño.
De la alegría al dolor; la violencia truncó una vida y unos sueños
El hecho de violencia ocurrió este domingo 28 de diciembre luego de que el policial compartiera un momento sencillo y cotidiano junto a varios familiares. Al emprender el regreso a casa, mientras se movilizaba en un vehículo Kia blanco, fue atacado con arma de fuego en un semáforo.
Gravemente herido, fue trasladado de urgencia a la Clínica de Los Leones, en Cúcuta. Allí, pese a los esfuerzos del personal médico, se confirmó su fallecimiento.
El dolor se hizo aún más profundo al conocerse que en el mismo ataque resultó herido su sobrino de 11 años de edad, quien lo acompañaba en el carro cuando los pistoleros lo atacaron fríamente.
Yair Fabián Prato Castro deja dos hijos, de 10 y 11 años, quienes deberán crecer con la ausencia de un padre que soñaba, trabajaba y luchaba por un país más seguro.

Promesa de un crimen que no quedará impune
El director general de la Policía Nacional, brigadier general William Rincón, indicó que la institución adelanta las investigaciones para esclarecer lo ocurrido y dar con los responsables. Pero también, se comprometió a que el crimen no quede impune.
“Rechazamos de manera categórica este tipo de actos criminales, que atentan contra la vida, la dignidad humana y la tranquilidad de las familias colombianas. Expresamos nuestra solidaridad y fortaleza a su familia, en especial a sus dos hijos, acompañándolos en este momento de inmenso dolor. Este crimen enluta a la Institución y al país. Sus responsables serán llevados ante la justicia. No habrá impunidad”, manifestó el alto mando policial.
Mientras tanto, toda la Policía Nacional despide a uno de los suyos, recordando que detrás de cada uniforme hay historias, familias y sueños que la violencia no debió apagar.




