El nieto perdió la vida tras un infarto fulminante que, al parecer, le dio tras escuchar la triste noticia de la muerte de su ser querido, la cual se había dado horas antes.
Por: Iván Peña Ropaín.
Allegados a Carlos Miguel Salas Cantillo, el joven de 23 años que falleció de un infarto fulminante a bordo de un bus en Barranquilla, sin saber que la mañana de este viernes 26 de diciembre recibirían en un par de horas dos duras punzadas en sus corazones, habían publicado en redes sociales un sentido mensaje en honor a la memoria de su abuelo, quien murió minutos antes del infortunado deceso de su nieto, noticia que tiene en un mar de tristeza, consternación y asombro a la ciudad y al municipio atlanticense de Santo Tomás.
Entre las emotivas palabras redactadas para Carlos Salas, quien tenía el mismo nombre de su también ser querido, el que murió tras recibir una llamada con la mala noticia del deceso de su abuelo, lo recuerdan como un gran vecino y por lo “mamador de gallo” que siempre fue.
“Un ser dicharachero, mamador de gallo, ponedor de pereque y apodos… un carácter muy jovial, jocoso…era el pulmón del barrio El Carmen (Santo Tomás)… deportista y carnavalero empedernido… siempre lo vi como un referente para Rey Momo”, se lee en el mensaje escrito por un ahijado de quien fue bautizado en dicha población del Atlántico con el apodo del Hierro.
También le expresaron un deseo celestial para su alma: “Ganaste un sitial en el paraíso al lado del Supremo Rey de los Cielos. Misión cumplida en esta tierra, ahora a disfrutar de la vida eterna, padrino, regalo de Dios a sus mejores guerreros. Lo vamos a extrañar”.
Este atribulado e inentendible suceso sacude fuertemente los ánimos de muchos barranquilleros y de todo Santo Tomás debido a la forma en la que partió de este mundo el joven Carlitos, como le decían cariñosamente, momentos en el que iba en un bus de servicio público rumbo a su trabajo y, según se dice extraoficialmente, minutos posteriores a recibir una fatídica llamada en la que le avisaban sobre el deceso de su amado abuelo.
