La “mano dura” del presidente Nayib Bukele, esa que hace falta en Colombia, ha logrado recuperar a ese país centroamericano, el que hoy día respira paz al ser exterminadas las pandillas.
Por: Iván Peña Ropaín.
“¿Y qué querían, manjares y una suite después de todo el mal que sembraron por décadas en El Salvador?“. Tales respuestas se vienen leyendo de forma repetitiva en la caja de comentarios de los distintos portales noticiosos salvadoreños, una vez publicaron un video en el que se les ve protestar a los miembros de las pandillas de ese país que se encuentran encarcelados gracias a la “mano contundente” del presidente Nayib Bukele.
Los reos, entre los que se encuentran sicarios, violadores, extorsionistas y atracadores, entre otros antisociales, se quejaron por las raciones de comida que vienen percibiendo desde hace tiempo, precisando muchos de ellos que “hasta los perros comen mejor”.
Esos que cuando tenían bajo su yugo a ese país centroamericano no mostraron ni un ápice de piedad para con los comerciantes que asesinaron al negarse a pagar ‘vacunas’, para con las mujeres a las que violaron y para con la ciudadanía que atracaron constantemente, ahora salieron con la exigencia de que se les respete sus derechos como todo humano porque también “ellos son gentes”.
Igualmente, se quejaron de las condiciones “inhumanas” en las que viven en los centros de reclusión, denunciando que cuentan con dormitorios no aptos para dormir y por el único baño que poseen y que es usado por decenas de condenados que están en un mismo pabellón.




