“Es necesario que los civiles no se mezclen con militares para que eviten accidentes”, advirtió el grupo armado ilegal.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la guerrilla más antigua de Colombia, decretó este viernes un paro armado de 72 horas en todo el territorio nacional, en rechazo a lo que califica como “amenazas de intervención imperialista” por parte del gobierno de Estados Unidos bajo el presidente Donald Trump.
La medida, que, según lo anunciado inicia el domingo 14 de diciembre a las 6:00 a. m. y se extenderá hasta el miércoles 17 de diciembre a la misma hora, genera alarma entre autoridades y comunidades, especialmente en regiones rurales donde el grupo armado mantiene influencia.
En un comunicado oficial difundido a través de sus canales habituales, el ELN argumenta que el paro es una “protesta” contra una supuesta “nueva fase del plan neocolonial” impulsado por Washington, que incluiría operaciones militares en el Caribe y el Pacífico para combatir el narcotráfico, pero que la guerrilla interpreta como un intento de control sobre los recursos naturales de América Latina.
“En contra de la intervención imperialista y de los dictados de la oligarquía vendepatria, decretamos un paro armado de 72 horas”, reza el documento, que rompe con el principio del “secreto militar” para alertar a la población civil.
El grupo insurgente, que opera en al menos 231 municipios de 19 departamentos colombianos, con bastiones en Chocó, Norte de Santander, Arauca y el Cauca, así como en zonas fronterizas de Venezuela, insta a los no combatientes a evitar desplazamientos por carreteras y ríos navegables durante el periodo.
“Como Organización con vocación humanitaria, informamos esta actividad de protesta rompiendo con el principio del secreto militar, para que el pueblo colombiano que no participa de la guerra tenga conocimiento y no se mueva por las carreteras y ríos navegables”, asegura el ELN, aunque advierte de acciones contra “saboteadores” y recomienda no “mezclarse con militares para evitar accidentes”.
El ELN, que ha mantenido una postura antiestadounidense desde hace meses, denuncia que estas acciones buscan “intimidar y chantajear para imponer sus lógicas de saqueo”. “Las decisiones sobre el país las tomemos en Colombia y no en Washington”, concluye el comunicado.
Históricamente, estos paros han implicado restricciones a la movilidad, cierres de comercios y, en ocasiones, agresiones que han dejado víctimas civiles.




