El acto criminal ya había cobrado la vida de Miguel Tordecilla, propietario del restaurante El Bendecido, quien, al parecer, venía recibiendo amenazas extorsivas.
En horas recientes, falleció en un centro médico de la capital del Atlántico Dorian Estiven Briles Serpa, el joven de 22 años que había resultado herido durante la acción armada perpetrada en contra de Miguel Antonio Tordecilla, quien era propietario de un restaurante llamado El Bendecido, situado en el barrio La Manga, en el suroccidente de la ciudad.
Dorian se encontraba en el establecimiento comprando comida junto a una mujer —al parecer, su pareja— y una menor de edad, cuando el sicario llegó haciéndose pasar como cliente y, luego de dispararle a Migue, también disparó contra ellos.
“El muchacho al que hirieron cuando asesinaron a Miguel Tordecilla no tenía nada que ver, solo estaba comprando junto con su mujer y su hija, el sicario le disparó a él, pero no tenía nada que ver”, declaró un allegado del hombre en diálogo con Impacto News.
Aunque no se sabe exactamente cuantos proyectiles impactaron contra el joven, en el video de una cámara de seguridad situada en el establecimiento quedó evidenciado que el pistolero le realizó tres disparos.
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Extorsión, posible trasfondo del crimen
La Policía Metropolitana de Barranquilla asumió las investigaciones del crimen de Miguel Tordecilla y dentro de las hipótesis que han salido a relucir se habla de que el comerciante venía recibiendo amenazas y presiones extorsivas por parte de un grupo delincuencial.
Informe: Luis Ángel Terán




