El mandatario afirma que existe una alianza política y judicial entre la precandidata presidencial Vicky Dávila y funcionarios de la Fiscalía, lo que habría vulnerado derechos fundamentales en el caso de su hijo, Nicolás Petro.
En una declaración que ha generado fuerte controversia en el panorama político colombiano, el presidente Gustavo Petro denunció, a través de su cuenta en X, una supuesta instrumentalización de la Fiscalía General de la Nación con fines políticos, en el marco del proceso judicial que enfrenta su hijo, Nicolás Petro. El jefe de Estado acusó directamente a la precandidata presidencial Vicky Dávila y a exfuncionarios de la Fiscalía de estar coludidos en una estrategia que califica como “aberrante” y violatoria de derechos fundamentales.
“Afirmé que no intervendría en el proceso penal de mi hijo, y lo he cumplido. Nadie que tenga que ver con el proceso puede afirmar lo contrario. Pero ahora debo hablar, porque hay presiones indebidas, y no de mi parte”, aseguró Petro al iniciar su pronunciamiento.
En su intervención, el presidente reveló que tiene conocimiento de lo que intentaron hacer “Barbosa, Mancera y sus fiscales” con su hijo, refiriéndose al exfiscal general de la nación y a su equipo, a quienes señaló de intentar usar la situación judicial de Nicolás Petro como una herramienta para presionarlo políticamente.
Además, sostuvo que existe una “agrupación mafiosa” organizada como una federación criminal, la cual, según él, ha tenido influencia directa en la Fiscalía. Asegura que esa estructura criminal facilitó la exportación de cocaína desde Buenaventura, incluso con la complicidad de funcionarios del CTI, y vinculó a la misma confederación con la impunidad en el caso del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Cartagena.
Vicky Dávila en el centro del debate
Uno de los señalamientos más graves fue dirigido a Vicky Dávila, experiodista y actual precandidata presidencial. Petro afirmó que ella tenía acceso previo a diligencias judiciales del proceso contra su hijo, gracias a una relación cercana con funcionarios de la Fiscalía, incluido el exfiscal Barbosa. “Sé que gracias a esta alianza entre fiscal y periodista, Victoria tenía el conocimiento previo de diligencias del proceso contra mi hijo”, afirmó.
El presidente considera que esta situación compromete la legitimidad de Dávila como aspirante a la presidencia, pues, según él, estaría utilizando recursos públicos —como información reservada y vínculos institucionales— para beneficiar su campaña política.
“Aquí pruebo cómo la candidata Victoria Dávila usa su antiguo enlace dentro de la Fiscalía, y recursos públicos, para fines proselitistas. Anunció una imputación a las 8 a. m., seis horas antes de que la Fiscalía realizara la diligencia a las 2 p. m. ¿Cómo lo supo?”, cuestionó Petro, presentando lo que asegura son pruebas del uso indebido de información reservada por parte de la precandidata.
El mandatario concluyó señalando que se ha roto el principio de neutralidad judicial en el caso de su hijo, lo cual vulneraría derechos fundamentales como el de un juez imparcial. “Lo más grave es la destrucción de los derechos de una persona. Todo ser humano tiene derecho a un juez neutral e independiente”, expresó.
Aunque Petro insistió en que no busca interferir en las decisiones judiciales sobre su hijo, subrayó que estas deben tomarse con base en justicia y derecho, no por presiones políticas ni articulaciones partidistas.
Las declaraciones del presidente llegan en un momento clave del panorama político nacional, con la campaña presidencial en marcha y la Fiscalía bajo creciente escrutinio. Hasta el cierre de esta nota, ni la precandidata Victoria Dávila ni la Fiscalía General habían emitido un pronunciamiento oficial sobre las acusaciones.
El país espera ahora respuestas institucionales ante las graves denuncias del jefe de Estado, que podrían tener implicaciones tanto judiciales como electorales en los próximos meses.
