El martes 2 de septiembre, a las 7:30 p. m., el cuadro barranquillero chocará con el conjunto caleño por el juego de vuelta en el estadio Pascual Guerrero de Cali.
Por: Iván Peña Ropaín.
Junior de Barranquilla consiguió, la tarde-noche del martes 26 agosto, sacarle en su estadio Metropolitano Roberto Meléndez una ventaja de 2-0 a un equipo de segunda división como lo es Atlético Cali en el cotejo de ida por los octavos de final de Copa Colombia, score que deberá defender en el duelo de vuelta para acceder a los cuartos.
Las acciones en este compromiso por el segundo torneo de importancia en Colombia, el cual concederá al campeón cupo a la Copa Sudamericana 2026, comenzaron en el Metro viéndose a un cuadro barranquillero bastante intrincado, impreciso y gélido en ataque desde inicio hasta el resto de la primera parte.
Pese a que el cuadro orientado por el estratega Alfredo Arias tenía en cancha una ofensiva integrada por los que maneja en la plantilla principal: José Enamorado, Jhon Fredy Salazar, Teófilo Gutiérrez y Guillermo Paiva, esta no tuvo contundencia.
Más claro en ataque estuvo el visitante, aunque también sin profundidad agresiva. Por el 33′, le metió un susto a los cerca de 7.200 junioristas que estaban en las gradas tras un fuerte remate cerca de las 16 con 50 y, si no es por la muy buena volada del meta Jefferson Martínez, hubiesen ellos cantado el primero del compromiso.
El Tiburón vino a despertar, después de verse controlado por los aplicados jugadores de Atlético Cali, en el tiempo de reposición, cuando en una tocada en la que participó Teo, al final Enamorado encaró y tras disparar al pórtico del émulo, el meta Miguel Suárez interpuso sus manos y envió la esférica a la esquina.
Después de ese único embate ‘rojiblanco’, se escuchó el pitazo final, dejando caras largas en las tribunas porque no se pudo anotarle en esa primera parte a un club que no solo juega en la B, sino que marcha antepenúltimo en la tabla de la fase regular de esa categoría.
En su formación, Arias plantó a Martínez en el arco; Javier Báez, José Cuenú, Jhon Navia y Edwin Herrera en defensa; Fabián Ángel y Carlos Esparragoza en recuperación; Salazar, Enamorado y Teo en medio ofensivo; y Paiva en la delantera.
¡A despertar y a ganarle a ese equipo de la B!
La segunda parte comenzó con los cambios que efectuó el Rojiblanco, dando paso a Bryan Castrillón por Salazar y a Jesús Rivas por Ángel, notándose una vez se escuchó el pitazo de reinicio, una muy buena movilidad tanto por las laterales como por el centro ofensivo.
Y ello fue sinónimo para que en apenas 6 minutos (al 51′), el Junior consiguiera el necesario gol para empezar ganando, este haciéndose incipiente en un disparo de Castrillón que el golero de Atlético Cali, Suárez, envió al córner.
Dándose el cobro de esquina, se la sirven a Teo y este la metió en un centro de costado al rectángulo del contrario para que el central Báez colocara su frente y decretara el uno a cero parcial y el que debía encender el ánimo ‘tiburón’, ya que a ese equipo de la B había que hacérsele dos o tres dianas más, como mínimo y pensándose en la vuelta.
Con un ‘currambero’ dinámico, principalmente por el gran trabajo de Castrillón, llegaron tres opciones más, pero la efectividad que ha perdido Paiva y la falta de buena decisión de Enamorado al adentrarse al área, lo inhibieron. El bajo nivel mostrado por Paiva llevó a que fuera sustituido luego por Steven “Tití” Rodríguez.
Toda la etapa complementaria fue solo del Junior, generando arremetidas por todos los flancos, pero sin solvencias. Se llegó al 2-0 definitivo, el que representa una buena ventaja para el choque de vuelta, en el último minuto de reposición (90+6′), otra vez de cabeza por parte del paraguayo Báez.
En un centro de tiro libre de costado Teo quiso sorprender al cancerbero Suárez, quien esperaba el respectivo pase al punto penal, dando la bola en el horizontal, y en el bote cerca de la línea de gol, Báez le ganó en el salto a la marca adversaria y sutilmente la embocó, escudándose segundos después el final del partido.




