Lo cierto es que el entrenador que podría llegar en reemplazo del venezolano César Farías, más allá de su conocimiento, debe ser alguien que le devuelva el espíritu a un equipo muerto.
Por: Iván Peña Ropaín.
Independiente de lo que al final ocurra con Junior de Barranquilla en su grupo A, en el que aparece figurando como colero y con unas matemáticas dificilísimas para logra clasificar a la gran final de la Liga Betplay-I 2025, las directivas ya deben ir pensado en el famoso revolcón del plantel.
La movida comenzaría licenciando al actual entrenador del Rojiblanco, el venezolano César Farías, quien en el juego pasado en el Metropolitano Roberto Meléndez fue vituperado por la hinchada ‘tiburona’, que en una conducta repudiable, furiosa por la derrota ante Medellín, le arrojo de cuanto objeto cuando se dirigía a los vestuarios.
Esa sería la primera variante de consideración por parte de los directivos del equipo, pues la verdad el club costeño juega a nada. Luego, se deberá entrar a “darle machete” a la plantilla de jugadores, de la que se rescatarían poquísimos, entre esos Jordan Barrera, Guillermo Paiva, Bryan Castrillón y el mismo Jefferson Martínez, no metiendo a Santiago Mele porque se dice que se va para el Monterrey de México.
Pero se deberá ver con lupa quién podría asumir el cargo principal en el escualo ‘quillero’, porque más allá de la erudición que deberá tener, este tiene que poseer un sentir por la institución ‘quillera’ y la labia para darle brillo a un Junior de Barranquilla que viene sin destello alguno.
Uno de esos puede ser uno de los máximos ídolos del Tiburón y quien de paso es el jugador más ganador en su historia con siete títulos: el exportero uruguayo Mario Sebastián Viera, quien a sus 42 años ya inició su carrera como DT, incipiente esta en la B con Real Cartagena, dejando buenas sensaciones pese a ser su primera vez, aunque fue sacado de ese equipo sin merecerlo por el buen trabajo que venía efectuando.




