La hija del adulto mayor lo encontró sin vida en uno de los cuartos de la vivienda durante la noche del 7 de mayo.
Asombro y consternación ha generado entre la comunidad del barrio Nueva Esperanza tercera etapa, en el municipio de Soledad, el homicidio de Manuel Clemente Corrales Cantillo, un hombre de 62 años querido y reconocido por todos los habitantes del sector.
La muerte del hombre se produjo en el interior de una vivienda ubicada en la calle 65 con carrera 6 y aunque se desconoce cómo sucedieron los hechos, sus familiares están seguros de que Manuel fue víctima de personas asesinas.
Según relató Yuleydis Corrales, su padre salió de su casa en el mediodía y se dirigió a una vivienda de su propiedad, ubicada a pocas cuadras de allí, la cual se encuentra deshabitada, y lo halló sin vida boca abajo en la cama de la habitación principal.
“En la noche cuando llegué a mi casa no lo vi y pregunté por él, pero nadie me dio respuesta, ninguno lo había visto desde el mediodía. Al ver que nadie me decía nada y las horas pasaban, me dirigí con una prima y una vecina a la casa de mi papá que estaba desocupada, pensado que se había puesto a tomar y se había quedado dormido. Cuando entré al primer cuarto vi a mi papá tirado boca abajo tendido sobre la cama, lo llamé, le dije que se levantara y no me respondía, le toqué los pies y los tenía fríos”, narró la hija del occiso.
En medio del desespero, contó que como pudo lo llevó al Hospital Juan Domínguez Romero, donde los médicos le informaron que su padre no presentaba signos vitales y le manifestaron que presentaba algunas lesiones y golpes en su cuerpo.
Yuleydis agregó que su padre llevaba días residiendo con ella, pues recientemente había desocupado su vivienda junto a su madre y un hermano, luego de que el pasado 28 de abril asesinaran a un inquilino suyo en la sala del inmueble.
“A raíz del homicidio de ese muchacho que vivía ahí con ellos, mis papás y mi hermano dejaron la casa, se fueron para donde mí porque cogieron miedo y mi papá decía que iban a esperar unos días para volver. Sin embargo, él iba todos los días a darle vuelta a la casa, a abrir las ventanas y puertas”, puntualizó la fémina.
Manuel Corrales se dedicaba a la pesca y, según el reporte de las autoridades, debajo de la cama donde yacía el cuerpo sin vida del hombre se encontraba un charco de sangre. Este caso es materia de investigación para esclarecer los móviles del homicidio y determinar quien o quienes lo perpetraron.
Informe: Luis Ángel Terán
