Desde finales de los 80, el Metropolitano es la casa principal de la Tricolor, escenario al que en los últimos años van más bogotanos, paisas, entre otros, que los mismos barranquilleros.
Por: Iván Peña Ropaín.
Parece y hay un sentimiento generalizado entre los barranquilleros futboleros con relación a que se lleven de la Arenosa, de una vez por todas, a la Selección Colombia Masculina de Fútbol de Mayores. Incipiente tal percepción cada que en los medios de comunicación, más exactamente desde el interior del país, tocan ese tema.
Generalmente, cuando se acerca una fecha en la que la Tricolor va a actuar en el Metropolitano por las Eliminatorias Sudamericanas, no de hoy, sino desde décadas atrás, periodistas de Bogotá y Medellín, principalmente, hablan en tono de rencor y hacen bulla para que se rote al combinado patrio por todo el territorio nacional.
No obstante, otros comunicadores más radicales y que son también de enunciadas regiones colombianas, piden tajantemente que “se la quiten ya a Barranquilla y tenga otra plaza”, manifestando de paso todo tipo de críticas hacia la ciudad y hacia el Metro. Realmente, son poquísimos, por no decir que ninguno, los que no atacan a Quilla en ese sentido o son sesudos en sus comentarios o análisis.
Pues bien, todas las noticias propiciadas por el regionalismo y la molestia bogotana y antioqueña, la de esos dos especialmente, como es lógico conduce a que muchos barranquilleros opinen en la caja de comentarios, siendo lo que más se lee: “ojalá y se la lleven”.