La administración del alcalde Fabián Bonett ha iniciado un plan de fortalecimiento cultural en el municipio y de esa manera rescatar las tradiciones.
Nuevamente es 4 de octubre, quizás para muchos esta fecha no significa nada, pero para los que tienen el inmenso privilegio de haber nacido en Galapa, esa bella población del área metropolitana de Barranquilla, es un día muy pero muy especial, es el día de su santo patrono, Francisco de Asís, religioso natural de la provincia del mismo nombre al norte de lo que hoy es Italia. De él se puede decir que creó una orden religiosa llamada Los Franciscanos, que adquirió gran renombre durante la alta edad media.
Se dice que en la población de Galapa, en el siglo XIX los dueños de fincas lo adoptaron como su santo patrono debido a la relación existente de ser el benefactor de los animales; tradición que fue desplazada con el paso de los años con la celebración de la virgen de la Candelaria como patrona, la cual venía desde la colonización española.
No obstante, para este año la Iglesia Nuestra Señora de La Candelaria (parroquia central de Galapa) diseñó una programación religiosa, “consistente en su respectiva novena, una sagrada eucaristía y seguidamente la procesión”, todo en honor a san Pacho, como popularmente y de cariño le dicen los galaperos.
“No puedo dejar de mencionar varias cosas que con el inexorable paso del tiempo para las nuevas generaciones hoy es un día como cualquier otro y es que nada pero nada lo hace diferente, recuerdo como en años anteriores un día como hoy amanecíamos contentos y presurosos por correr a la plaza y ver la llegada de las ruletas, las llamadas ‘llaneras’ que no eran más que las ventas de fritos y comidas, los kioscos, los carritos de madera vendiendo los novedosos conos y algodones de colores, en fin muchas cosas que hoy ya no vemos”, dijo uno de los feligreses de este municipio.
Además de lo mencionado por el fiel, muchos acotan que anteriormente las programaciones culturales se enriquecían con los juegos tradicionales, tales como las carreras de saco, la vara e’premio, la vaca loca, la bola de candela, las alboradas, las rondas de cumbias, los castillos, las carreras de maratón, entre otras que ya desaparecieron.
Precisamente, en busca de retomar la tradición y volver a la cultura, el alcalde Fabián Bonett Berdugo aseguró que “el desarrollo de un pueblo no puede alcanzarse alejado o desconociendo sus tradiciones, su cultura”, y por tal motivo, su administración ha iniciado un plan de fortalecimiento cultural en el municipio y para las celebraciones de este año se iniciará con el rescate de las tradicionales ruedas de cumbias y la quema de un castillo patronal.
“Ojalá reflexionemos y entendamos que lo religioso va de la mano con lo cultural y que el desarrollo de los pueblos se alcanza y se cimienta desde su propia tradición, desde su propia cultura”, puntualizó el feligrés.