La situación la dio a conocer a través de una carta escrita por su puño y letra y enviada a la Procuraduría General de la Nación.
Jhonier Leal, condenado el pasado 14 de junio a 55 años de prisión por el doble homicidio de su hermano Mauricio Leal y su madre, Marleny Hernández, escribió una carta dirigida al Ministerio Público, en la que denuncia una serie de situaciones en su contra dentro de la cárcel La Picota de Bogotá, donde se encuentra pagando la pena.
En la misiva, Leal se refiere a la denuncia por “persecución, constreñimiento y tortura”, sucesos que estarían relacionados con varios hechos en los que estarían involucrados varios funcionarios y guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC.
“En el mes de agosto, en horas de la noche pasadas las 8:15 p. m. y el día 4 de este mes fui visitado mientras dormía por funcionarios del INPEC, quienes con orden de cateo enviada por la Fiscalía, me requisaron de manera indebida la celda en la cual estoy recluido, manifestándome que era una orden de la Fiscalía y debían cumplirla”, reza un aparte de la carta.
Estos hechos estarían relacionados con la información revelada hace unas semanas, donde se precisaba que Jhonier Leal iba a ser trasladado de prisión debido a que supuestamente estaba contando con elementos tecnológicos (celular) dentro de su celda, asunto calificado como irregular.
“El estar detenido y preso no es motivo para que se usen métodos de tortura psicológica, persecución o constreñimiento contra mí, ya que estas acciones me degradan aún más, afectan mi
paz y tranquilidad y me afectan psíquica y psicológicamente (…) Por tanto, pido a este ente me den la protección, control e investigación para que la Fiscalía, en cabeza del fiscal Mario Andrés Burgos, respete mis derechos”, concluye la misiva de Leal a la Procuraduría.