Las clemencias de la ofensiva del Junior de Barranquilla volvieron a aparecer la noche del martes en Chile, cuando se midió por la ida de los octavos de Libertadores con Colo-Colo, perdiendo 1-0.
Por: Iván Peña Ropaín.
En el juego de anoche en el estadio Monumental David Arellano, en la capital chilena Santiago, a Junior de Barranquilla le quedaron dos opciones en la que pudo romper el celofán ante Colo-Colo de Chile en su compromiso de ida por los octavos de final de Copa Libertadores.
Esas se concibieron en el primer tiempo, siendo sus antagonistas José Enamorado y Carlos Bacca. De hecho, fueron las más “claritas” para anotación, por encima de los ataques sin profundidad que efectuó el club apodado Cacique, que en términos generales fue bien controlado por el módulo defensivo del elenco colombiano.
El volante soledeño la tuvo al minuto 18, cuando recibió un pase filtrado rompe líneas de Bacca, que actuó de 10, dejándolo para que definiera ante la salida del meta Bryan Cortés. Sin embargo, Enamorado no tuvo la sapiencia para definirla, estrellándola al final en la humanidad del cancerbero del elenco chileno.
Luego, a un minuto de que finalizaran los primeros 45′, le quedó a Bacca tras un error del defensor Maximiliano Falcón, quien en un intento por jugar atrás con su arquero, terminó dándosela a Goleador70, quien fungía en ese instante como “pescador”.
Pero para nuevo infortunio de los hinchas ‘tiburones’ por poder cantar gol, el delantero porteño, quien dejó con categoría regado al meta del ‘colocolino’ que salió a achicarle, al momento de darle dirección a la bola con rumbo a la red, debido a la incomodidad en la que quedó al empalmarla, la esférica se estrelló en la base del vertical izquierdo y se fue desviada.
Como se dijo, esas dos del Rojiblanco eran y habrían sido las más claras de todo el partido, porque si bien el Cacique manejó mayormente la posesión de la bola, no era que generara constante riesgo en pórtico de Santiago Mele.
Pero habría sido, si Colo-Colo no hubiese concretado la que le quedó con más característica de anotación durante el cotejo, dada esta al minuto 76, cuando tras un pase filtrado de Carlos Palacios la esférica fue desviada en su trayectoria, que era Emanuel Olivera, por Didier Moreno y acabó en los pies de Vicente Pizarro, quien no perdonó.
