En el juego por la Concacaf Champions se dio la escena en la que Lio no prestó atención a los coros de la hinchada rival que le recordaban a CR7, muy distinto a cómo actúa el portugués, quien responde con gestos obscenos.
Por: Iván Peña Ropaín.
A diferencia de cómo reacciona el portugués Cristiano Ronaldo cuando le recuerdan a su archirrival en la era del fútbol que se esfuma, Lionel Messi, el crack argentino guardó silencio e hizo lo que mejor saber hacer: jugar bien y anotar gol.
Mientras el jugador portugués, cada que le nombran a La Pulga en la Liga de Arabia Saudita reacciona con gestos vulgares y groseros contra la hinchada, el 10 argentino dio muestras de su serenidad en el duelo que su Inter Miami sostuvo contra Nashville por la vuelta de los octavos de final de la Concacaf Champions, cumplido la noche de ayer miércoles en el estadio DRV PNK, en la ciudad Fort Lauderdale, Estados Unidos.
Momentos en que desde atrás de la portería en la que se defendía el equipo contrario, la ‘barra’ de ese club (también estadounidense) le coreaba el nombre de Cristiano, Messi solo optó por concentrarse en el juego, aproximándose al área y abriéndose espacios para rematar, logrando su fin al recepcionar un pase de un compañero en la medialuna para clavarla al pórtico y poner el 2-0 para ayudar a que su escuadra clasifique a los cuartos de final, donde espera rival.
Y si quienes pensaban que su reacción en contra de la parcialidad visitante sería, al haber anotado esa diana, similar a las que ha hecho El Bicho en la Liga saudí, pues no fue así. El futbolista argentino lo que hizo fue correr a celebrar su tanto con sus compañeros.