Otros internautas avalaron su conducta, argumentando que muchas veces algunas iglesias no miden el volumen y perturban la tranquilidad de casas a su alrededor.
Por: Iván Peña Ropaín.
No deja de causar indignación y todo tipo de rechazo, principalmente, por parte de los creyentes, aunque hay quienes le dan la razón a la protagonista, la actitud que tuvo una mujer, quien de forma histérica ingresó a una iglesia e interrumpió la misa que se celebraba exigiendo dejaran de cantar, ya que no le permitían dormir.
El inusual caso se registró en la parroquia Santa Marta, en la ciudad de Neiva, produciéndose exactamente en uno de los actos más sublimes de adoración a Dios, cuando el sacerdote elevaba el sacramento.
De repente, en medio de la ceremonia litúrgica, portando una camiseta de la Selección Argentina y gritando a todo pulmón, empezó a reclamarle al Padre por el ruido que, manifestó ella, comenzaban a hacer desde las 5:00 de la mañana, el cual no le permite dormir bien.
Varios de los devotos presentes intentaron calmar a la fémina, pero esta les respondía en todo airoso, por lo que otro grupo de personas al interior de la iglesia optaron por elevar el volumen de sus cantos para evitar escuchar lo que decía.
Tuvo que llegar al lugar la Policía para calmar la situación y hablar con la ciudadana, de quien se desconoce su identidad pero se sabe que es de la capital huilense y es abogada. Seguidamente, se pudo concluir la misa, aunque moderaron un poco el volumen que venían manejando.
Si bien han sido muchas las voces de rechazaron de creyentes y no creyentes por la actitud de la mujer de interrumpir la eucarística y no esperar un momento adecuado para reclamarle al párroco encargado de la iglesia, también hay quienes apoyaron su actuación precisando que muchas veces no se moderan los volúmenes en estos centros religiosos y se perturba la tranquilidad de las viviendas al rededor.
