Los afectados tenían una tienda en Los Laureles y empezaron a recibir intimidaciones.
Un verdadero drama vivió una pareja de comerciantes barranquilleros a causa de la inclemente extorsión que se vive en la ciudad de Barranquilla, luego de que en 2022 tuvieran que cerrar el negocio que poseían y migrar con destino hacia Canadá en busca de mejores oportunidades de vida.
Se trata de Eliana Rivera Pertuz y Adolfo Monsalvo Zabaleta, quienes poseían una tienda ubicada en la carrera 1H #37C-51, barrio Los Laureles, pero a causa de las intimidaciones criminales por temas extorsivos tuvieron que cerrarla después de cinco años de trabajo desde 2017 y buscar un nuevo comienzo en el país norteamericano.
“Cerramos la tienda porque empezaron a cobrarnos extorsión y después aumentaron la cuota y mi esposo un día no tenía la plata y amenazaron a mi hijo mayor. Primero nos quitaron dos millones de pesos, pero después nos exigieron ocho y el negocio no daba para pagar esa cantidad”, indicó Rivera Pertuz.
Señaló en su relato que los extorsionistas llegaron un día cualquiera a la tienda y al no obtener la cifra exigida arremetieron contra su hijo mayor, que era quien atendía el negocio. “Cuando ya se iban, un vecino nuestro les hizo unos tiros y ellos le respondieron, entonces mi esposo cerró la estera, nos encerramos en la habitación y cuando ya dejamos de escuchar los disparos salimos y llegó la Policía”, sostuvo.
Finalizó la mujer, que después de eso y a causa del temor que los embargó por la situación, decidieron vender aquella tienda que los sustentaba económicamente y buscar en Canadá una nueva vida, ella, su pareja sentimental y sus dos hijos.
Este relato, el cual la misma víctima accedió a contar, demuestra los efectos y resultados de un delito que ha cobrado mucha fuerza en Barranquilla y su área metropolitana en los últimos años, teniendo como referencia este 2023, donde el Gaula de la Policía había recibido desde enero hasta octubre 896 denuncias de personas que estaban siendo extorsionadas solo en la capital del Atlántico.
Informe: Alexander Ojito-El ojo de la calle