Al parecer, el manifestante participaba en la protesta por la muerte de una menor.
El caso sobre la muerte de una adolescente de 17 años, un día después de haber estado en instalaciones de una URI en Popayán, ha causado protestas exigiendo justicia. En medio de esas manifestaciones Sebastián Quintero Múnera, de 22 años, habría recibido una herida mortal.
La indignación que llevó a las personas a machar nació porque a través de redes y diferentes medios surgió la denuncia de que Alison Meléndez había sido víctima del uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del ESMAD, quienes según las últimas palabras de la joven en Facebook el 13 de mayo, la habían tocado en varias partes de su cuerpo de manera inapropiada y después la habrían llevado a una URI, donde se desconoce si fue abusada sexualmente.
Al día siguiente la adolescente fue hallada sin vida en su residencia y aunque aún no se ha conocido el dictamen de Medicina Legal, muchos creen que se trató de un suicidio por lo sucedido el día anterior.
En este contexto, jóvenes y adultos habrían ido a protestar a las afueras de la URI donde fue llevada Alison, hija de un policía en proceso de retiro. Las protestas llegaron a tornarse violentas, dando como resultado el incendio de la URI y la muerte de Sebastián Quintero, quien habría sido impactado en su cuello por un artefacto aturdidor o gas lacrimógeno, lanzado presuntamente por el ESMAD.
Sebastián fue llevado a un centro asistencial, pero no sobrevivió. Él era estudiante de Ingeniería Informática de la institución universitaria Colegio Mayor del Cauca, la cual lamentó lo sucedido y ofreció su apoyo a familiares y amigos a nivel psicológico, jurídico y directivo.
La Alcaldía de Popayán ha hecho varias publicaciones refiriéndose al caso de Alison Meléndez y de igual manera al de Sebastián Quintero, rechazando enfáticamente el camino de la violencia y pidiendo que se eviten más muertes como la de estos 2 jóvenes.
“La violencia es un camino que no debemos seguir transitando, por lo cual, hacemos un llamado urgente al Gobierno Nacional, para que de manera inmediata establezca comunicación, en el Cauca, con todos los actores sociales que hoy participan de las protestas”, comunicó la Alcaldía.
El balance aproximado de los hechos trata de al menos 39 personas heridas, la URI incendiada y varias estatuas vandalizadas, tales como la de Francisco de Paula Santander. De los afectados, 35 fueron llevados inicialmente al Hospital Susana López y 4 al Hospital San José. También, se desconocía el paradero de 8 personas, cifra registrada por Indepaz hasta las 11:40 p. m.
Por su parte, Juliette de Rivero, representante de la Alta Comisionada de la ONU en Colombia, rechazó la muerte del joven e hizo un llamado a la calma y a respetar la vida. Cabe resaltar, la pronunciación activa de la cuenta respecto a las denuncias de violaciones a los derechos humanos, durante las protestas iniciadas desde el 28 de abril.
Informe: Laura Rocco
