La Alcaldía de ese otro municipio sucreño le abrió las puertas a la escultura, luego de recibir la aprobación de sus habitantes.
Por: Iván Peña Ropaín.
El monumento de la ‘burrita’ bautizada con el nombre de ‘Mi primer amor’ y el cual había sido desterrado hoscamente la semana pasada del municipio de Sincelejo entre improperios y señalamientos de falta de respeto contra la cultura sabanera, fue acogido con algarabía, mucho amor, arraigo, sentido de pertenencia y hasta por una caravana de motos por otra población del departamento de Sucre, donde ya exhiben a la borrica con mucho orgullo y cariño.
Se trata de la municipalidad de Sincé, situada en la subregión de esa zona sabanera, donde su Alcaldía, luego de una encuesta vía redes sociales efectuada entre sus habitantes, decidió abrirle las puertas a ‘Mi primer amor’, el cual ya se puede apreciar instalado en el barrio El Trébol, hecho dado el lunes festivo pasado.
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Tras los sorprendentes resultados de beneplácito arrojados por el inusual sondeo, el alcalde de Sincé, Luis Miguel Acosta de la Ossa, siguió avante en su idea de traer la escultura rechazada por los sincelejanos, quienes veían como un insulto el que se diga, tal como se lee en la placa de la misma, que la femenina de ese animal era, de cierto modo, “la primera novia del hombre sincelejano de antaño”.
Ante tal mensaje que expone el peculiar busto y que habían ubicado en la tradicional Plaza de Majagual y cuyo escultor es el artista de esa región Sebastián Bohórquez, conocido como ‘Goof’, la Alcaldía, en cumplimiento de la solicitud ciudadana y atendiendo a una violación al espacio público, ordenó su desmonte y retiro inmediato de la ciudad.
Sin dolientes, la que habría sido “el primer amor” de muchos en suelo sucreño, tal como lo cuentan entre sonrisas y jocosidades los propios habitantes de esa zona del país, retornó a las manos de ‘Goof’, quien, en menos de lo que “canta un gallo”, recibió una llamada del alcalde Acosta de la Ossa, con el fin de que acogiera la idea de ubicar a la cuadrúpeda en algún sector de Sincé, por lo que el dador de la vida a ‘Mi primer amor’ no lo pensó dos veces.
Consultado el cincelador Sebastián Bohórquez por medios en ese departamento en torno a cómo percibe la acogida a su torso en enunciado municipio, este señaló: “Encontramos en Sincé que aquí sí hay cultura, o más bien una identificación de la obra por parte de la ciudadanía, no son tan doble moral y aceptan la realidad de lo que son los hechos históricos, de lo que representa la obra, agregando en tono de ‘puya’ que en Sincelejo se retiró a ‘Mi primer amor’ “por la susceptibilidad doble moral que cargan sus conciudadanos y la presión que ejercen diversos sectores contra su Alcalde“.
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Bohórquez reiteró también que “en Sincé esta obra es mucha simbología, es una ventana al mundo. También tiene mucho de arquitectura contemporánea”.
Por otro lado, aunque el alcalde Luis Miguel Acosta de la Ossa no se ha pronunciado de voz presente sobre el arropo que dieron a la controvertida escultura, la cual desata versiones encontradas no por el animal en sí, sino por el texto grabado en su placa, en la leyenda que puso en la red social oficial de esa administración municipal se entiende su manera de pensar sobre el tema: “Los burros fueron parte indispensable en la actividad agropecuaria en nuestra Sabana y hoy reconocemos la importancia de la protección a estos animales en vía de extinción”.
En fin, ‘Mi primer amor’, que pesa 2.5 toneladas, que fue elaborada con material cristanac, que mide 1.90 metros de alto por 60 de ancho y cuyos cascos son de carbón, en estos momentos se encuentra en un lugar que es considerada toda una obra de arte, donde ahora es admirada y detallada, guardando las proporciones, claro está, con aquellos ojos de doctos críticos que visitan muy a menudo los importantes museos de Italia, Francia o Grecia.