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Soldado Cristian Lara y Wilson
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Guía canino no quiere abandonar a Wilson en la selva, pero la búsqueda podría terminar pronto

“Tenemos más responsabilidades en otras áreas del país, nuestros hombres también son expuestos a enfermedades de la selva, a los riesgos que hay allá”, dijo el general Pedro Sánchez.

El pasado mes de junio el presidente Gustavo Petro condecoró los indígenas y militares que hicieron posible el hallazgo con vida de los cuatro menores que se extraviaron en la selva luego de que la avioneta en la que iban a bordo, junto a su madre, un piloto y un copiloto, se accidentara entre Caquetá y Guaviare el 1 de mayo del año en curso; en la misma ceremonia recibió una condecoración Drugia, madre del perro rescatista, Wilson.

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Con dicho acto simbólico, sumado a las palabras que dio el general Pedro Sánchez, comandante de las Fuerzas Especiales de la operación, ante medios nacionales, muchos han perdido las esperanzas de que encuentren al héroe de cuatro patas.

Wilson es un comando de nosotros que hemos hecho todo lo que está en nuestro alcance, no hemos escatimado esfuerzos por encontrarlo, pero somos conscientes que es casi improbable que lo podamos encontrar. Wilson será recordado en nuestros corazones, como lo haremos con los otros caninos, soldados y policías que han ofrendado su vida. Uno deja de existir cuando ya no lo recuerdan. Todo tiene un fin y hay que ser sensatos”, dijo Sánchez en aquella ocasión.

Dibujo de niños rescatados en el que se observa a Wilson

Sin embargo, otras personas siguen con el deseo vivo de que Wilson sea encontrado, entre ellos, su guía canino, el soldado profesional Cristian David Lara Cuaran, y un grupo de soldados que al día de hoy permanecen en la zona.

El perro fue visto por última vez el 28 de mayo por soldados que intentaron atraparlo, pero él huyó, al parecer, asustado y desorientado, la zona donde se encontraría, a 180 kilómetros de San José del Guaviare, es una selva virgen.

Los menores confirmaron que el pastor belga malinois estuvo acompañándolos, cuidándolos y jugando con ellos. El Ejército ha utilizado a perras en celo, ha preparado comida para intentar que los olores atraigan a Wilson y ha dejado prendas de su guía, pero nada ha funcionado.

“Tenemos más responsabilidades en otras áreas del país, nuestros hombres también son expuestos a enfermedades de la selva, a los riesgos que hay allá y yo respondo por esas vidas, la vida de ellos también vale, la de nuestros comandos. El comando anunciará en el momento que sea prudente que esta Operación Esperanza termina”, dijo en estos días a Blu Radio el general Sánchez.

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