El responsable del doble crimen, registrado hace 26 años, fue condenado en 2001 a 18 años de prisión y permanecía prófugo de la justicia, pero en las últimas horas fue detenido en Riohacha.
Unidades de la Sijín capturaron en Riohacha, La Guajira, a Rubiel Díaz Londoño, quien había sido condenado a 18 años de prisión por el crimen de la empresaria Estela Toro Arias y su hija Leonela Tatiana Torres Arias, registrado hace 26 años en la Vía al Mar, entre Tubará y Juan de Acosta, Atlántico.
En entrevista con Alexander Ojito, reportero de Impacto News, Arlex Torres, hijo y hermano de las víctimas, respectivamente, recordó los hechos alrededor de la muerte de sus seres queridos, cómo fue su vida tras el doble homicidio y cómo contribuyó él a la captura del señalado, quien hoy en día tiene 63 años de edad.
“El crimen de mi señora madre y mi hermana ocurrió en el 97, él (Rubiel) era el abogado de mi papá, quien era rejoneador en Manizales, había propiedades y una gran fortuna la cual iba a heredar y uno de los hechos por los cuales cometió el crimen fue para robar la herencia que nos correspondía a mí y a mis hermanos, ya que a mi papá lo secuestraron y falleció en el año 86″.
El homicida se habría ganado la confianza y el corazón de Estela, como parte de un plan macabro: “Él enamoró a mi mamá, tuvieron una relación y se aprovechó de eso para que mi mamá y mi hermana le firmaran poderes amplios y suficientes para poder robarnos la herencia, traspasar propiedades a nombre de él, que tenía conocimiento de todas las cosas. Yo tenía once años cuando ocurrieron los hechos, como él era abogado de la familia tuvo presencia constante allá, al pasar el tiempo lo vi como una figura, no paterna, pero hacía parte de la familia porque era el compañero sentimental de mi mamá”, contó Torres.
El hijo de la víctima recordó que el hoy capturado nunca fue agresivo con él y siempre se mostró como una persona “amable”. “Nosotros vivíamos en Barranquilla y él paraba mucho en Manizales porque él es abogado de la Universidad de Caldas. Esa fue una noticia dura tanto para mí como mi familia, el asesinato fue en la vía al mar entre Cartagena y Barranquilla por Playa Mendoza, ellos venían de Cartagena hacia Barranquilla“.
Díaz Londoño fue capturado por primera vez en 1998, pero al año siguiente quedó en libertad, lo que aprovechó para irse y ocultar su paradero, sin embargo, el proceso en su contra continuó y en 2001 fue condenado a 18 años de prisión.
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“Medicinal Legal y las investigaciones arrojaron que el autor de los hechos fue él, los impactos de bala que tenía mi señora madre en el cráneo, Medicina Legal dictaminó que concordaban con el arma de fuego de su propiedad. Él había dicho que el revólver calibre 38 lo había extraviado en el momento de los hechos y el CTI lo encontró guardado en una propiedad, esa fue una de las pruebas que ayudó para la condena de este tipo”, detalló Arlex Torres.
Siendo apenas un niño, sin padre ni madre, Arlex, junto con sus demás hermanos, fue criado por su abuela materna, quien falleció en 2016, pero durante muchos años hizo todo lo posible para que sus nietos se convirtieran en profesionales con valores.
“La vida siguió, pero quien me forjó el carácter fue mi abuela. Yo hice una investigación exhaustiva de ese caso y todas esas pruebas que recopilé se las entregué al mayor García, quien se puso a cargo del operativo y efectivamente en una de esas informaciones aparecía la indicación de que el tipo estaba escondido en Riohacha, él estaba identificado con otro nombre, tengo entendido que también le ofreció $100.000 al policía que lo capturó y el mayor solicitó el traslado inmediato a la ciudad de Barranquilla para que no hubiese percance con la captura”.
Finalmente, el hombre expresó sentir paz en su corazón: “Yo eso se lo dejo a Dios, ya le entregué todas mis cargas, siento tranquilidad en mi corazón porque se hizo justicia, yo siento paz, no siento rencor, ya el tiempo lo dirá. Ha sido duro, no ha sido fácil convivir toda esta vida sin un padre y una madre, con esa angustia en mi corazón, pero yo digo que me ha servido para ser la persona que soy hoy en día. Pienso el día de mañana abrir una fundación a nombre de mi mamá y mi hermana para apoyar a las familiares de víctimas de feminicidio, sé que hay muchas mujeres en Colombia padeciendo esa problemática”.
