El trágico accidente se produjo en la Circunvalar de la Prosperidad.
Muchas incógnitas quedan alrededor de la muerte del taxista Héctor Miguel Ruiz Londoño, de 58 años, y un peatón arrollado, quien aún no ha sido identificado. Los hechos ocurrieron el pasado 6 de noviembre, alrededor de las 8:15 p. m., en la Circunvalar de la Prosperidad, a la altura del corregimiento La Playa, en Barranquilla.
Ruiz Londoño, padre de dos hijos, se dirigía hacia su vivienda al momento del siniestro, así lo contó su esposa, en entrevista con Alexander Ojito, reportero urbano de Impacto News:
“Estaba en mi casa, 20 minutos antes de lo sucedido él me llamó, me dijo que lo esperara, que íbamos a cenar y nunca llegó. Una persona agarró su teléfono y me dijo que él estaba accidentado y que se había infartado”.
La mujer se trasladó al sitio y encontró a su esposo sin vida en el vehículo de placa UYP 943, al parecer, tras sufrir un infarto por la impresión de haber arrollado al peatón. El taxi quedó 300 metros más adelante que el cuerpo del ciudadano atropellado.
“Eso fue lo que le infartó. Hace cinco años le realizaron un cateterismo por arterias tapadas, pero él venía bien, no sé qué pasó. Pido que por favor cuando suceda eso la Policía ponga toda la atención, porque además, a él le robaron todas sus pertenencias, celular, plata, cadena, todo”.
Por su parte, Héctor Ruiz jr., hijo del conductor, cree que la muerte de su padre habría ocurrido en medio de un de atraco. Así planteó las dos hipótesis que considera, aunque deberán ser las autoridades las que esclarezcan lo sucedido:
“Por la forma en la que quedó el carro se observa que iba a más de 80 kilómetros por hora, cuando mi papá era una persona que manejaba despacio, no pasaba de 60. A mi papá no le aparece el celular, un escapulario que llevaba ni el producido del día. Es una de las hipótesis que estamos manejando por el golpe que sufrió el carro, el vidrio se partió, el techo quedó hundido”.
Otros familiares del taxista, a quien recuerdan como un conductor muy responsable, han manifestado que, posiblemente, su ser querido ya estaba sufriendo un ataque cardíaco cuando arrolló al peatón, por ello, no lo habría podido esquivar.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle