La épica pelea en el corazón de África marcó la historia del boxeo y sigue inspirando a nuevas generaciones.
El 30 de octubre de 1974, el Estadio Tata Raphaël en Kinsasa, entonces Zaire, fue el escenario de una de las peleas más memorables de todos los tiempos: el enfrentamiento entre Muhammad Ali y George Foreman, conocido como “The Rumble in the Jungle” o “El Combate en la Jungla“. Bajo el sofocante calor africano, Ali se enfrentó a un invicto Foreman en una lucha que detuvo al mundo.
Ali, de 32 años, buscaba recuperar el título que le fue arrebatado en 1967 cuando rechazó enlistarse en el ejército. En la esquina opuesta, un Foreman de 25 años llegaba como campeón mundial y favorito de las apuestas. Sin embargo, la multitud enloquecida coreaba “Ali, bomaye” (“Ali, mátalo” en lingala), y en el octavo asalto, un golpe de Ali noqueó a Foreman, sellando una victoria histórica.
Para muchos en la RDC, la pelea trascendió el deporte: representaba una victoria de los derechos de los afrodescendientes y un símbolo de resistencia. Hoy, la memoria de este combate icónico es honrada con eventos conmemorativos en el Estadio Tata Raphaël, cuyo equipo sueña con revivir una lucha similar en sus instalaciones. La pelea, además, ha sido motivo de homenaje cultural, incluyendo una exposición fotográfica en el distrito musical de Matongue, y el gobierno planea una celebración formal en diciembre.
Medio siglo después, el “Combate del siglo” permanece como un hito en la memoria de los congoleños y una inspiración para el boxeo nacional, que sigue labrando su legado en las arenas internacionales.