“La Autónoma es tan hermosa que no necesita paredes ni un aula, ella se mueve hasta donde la educación permita transformar vidas”, indicó el rector Mauricio Molinares.
Con el propósito de seguir transformando vidas mediante la ciencia y el progreso, la Universidad Autónoma del Caribe, a través de la Oficina de Extensión, certificó a 114 mujeres privadas de la libertad y pospenadas del Centro de Rehabilitación Femenino El Buen Pastor, de Barranquilla, que culminaron con éxito su proceso de capacitación y certificación guiado por docentes del programa de Diseño de Modas de esta institución.
En una sentida ceremonia, realizada en conjunto con la Fundación Esperanza y la Alcaldía de Barranquilla, mediante la Secretaría de Gobierno, este grupo de mujeres emprendedoras que decidieron cambiar sus vidas por medio de la educación, recibieron de manos del rector Mauricio Molinares Cañavera, sus diplomas durante la mañana de este martes 27 de febrero.
“Felicito a las pospenadas que decidieron darse una segunda oportunidad estudiando. Y a las que aún no han salido, espero verlas pronto para darnos un abrazo; mientras eso ocurre, nosotros seguiremos viniendo hasta ustedes porque la Universidad Autónoma del Caribe es tan hermosa que no necesita paredes, ni un aula, ella se mueve hasta donde la educación permita transformar vidas”: expresó Mauricio Molinares, rector de la Uniautónoma.
En esta oportunidad, las graduandas recibieron el diploma que las acredita como tutoras en técnicas artesanales; del mismo modo, certificadas en técnica de bordado y recamado, técnicas de confección máquina plana, técnica telar, técnica en marroquinería, técnica Huichol.
Además del rector del alma mater, el evento contó con la participación de la primera dama de Barranquilla, Katia Nule; el secretario de gobierno distrital, Nelson Patrón; la decana de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño, Emilia Velásquez y la directora de la Fundación Esperanza, Claudia Quintero.
“Tenemos un convenio con la Fundación Esperanza, dirigida por Claudia Quintero que es una egresada y docente de nuestra alma mater, donde la universidad hace las veces de curador ante el desempeño y las competencias de estas mujeres privadas de la libertad o pospenadas. Ya llevamos más de 200 mujeres que han cumplido su sueño de recibir grado y con este proceso educativo abrirse espacio a una segunda oportunidad.”: Emilia Velásquez, decana de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño.
Katia Nule, embajadora de la Fundación Esperanza
Durante la ceremonia de grados llevada a cabo en el patio del centro de rehabilitación, la primera dama del distrito, Katia Nule, fue designada como embajadora de la Fundación Esperanza por el acompañamiento que ha venido realizando a esta población privada de la libertad.
En esa línea, las graduandas entregaron varios detalles, entre estos, manillas elaboradas en materiales artesanales que representan símbolos de las mujeres como seres llenos de esperanza.
“Es muy bonito recibir estos detalles de parte de ustedes. Deben sentirse orgullosas por el trabajo que realizan con sus manos gracias a estos procesos de formación que adelantan para abrirse espacio a nuevas oportunidades laborales. Entiendo por lo que están pasando, pero les digo algo, estas pruebas nos enseñan a ser agradecidos y a perdonar”: expresó Katia Nule, primera dama de Barranquilla.
En medio de lágrimas y sonrisas, Carmen Pineda, expresó su gratitud por la oportunidad de formación y el acompañamiento durante estos cuatro años de su proceso académico, mismo que le permitirá aportar su granito de arena a la sociedad y dignificar su vida en el marco laboral hoy como pospenada.
“Para mí es un orgullo recibir este importante diploma porque es una certificación de vida y libertad. A veces no entendemos que somos mujeres capaces de muchas cosas y de las habilidades que tenemos en nuestras manos. Hoy me siento orgullosa de llegar a casa con estas habilidades y un trabajo que a mi familia la hará sentirse orgullosa. Cuando uno llega aquí cree que se acabó todo y resulta que esto es un centro de enseñanza.”: expresó Carmen Pineda, pospenada certificada como tutora en técnicas artesanales.
En el marco de esta ceremonia, se dio un espacio quizá, el más sentido, donde la madre e hija de Leidy Diany Rincón Díaz, una pospenada que culminó su proceso de estudio con éxito y murió días después de salir del centro de rehabilitación, recibieron el certificado de su logró académico en un homenaje póstumo.
La Universidad Autónoma del Caribe, como alma mater que ha formado profesionales íntegros que día a día contribuyen al desarrollo del país, es fiel creyente de que el estudio es la llave que permite abrir la puerta a segundas oportunidades. Por esa razón, mediante sus procesos de formación a la población privada de la libertad y pospenada, en alianza con la Fundación Esperanza y la Alcaldía de Barranquilla, ratifica su compromiso de contribuir a una sociedad que trabaje por la paz y el crecimiento de todo un país.
