El país registra récord de contagios con más de 989.000 nuevos casos positivos y 23.000 fallecidos por COVID-19.
“Chile cometió un error crítico. Su Gobierno relajó las restricciones para viajes, comercios y colegios demasiado pronto”.
Desde el 25 de marzo, Chile volvió a la cuarentena. A partir de esa fecha varias regiones empezaron a entrar al confinamiento, medida que implica al 97% de la población. Esto contrasta con la rapidez de la vacunación en dicho país y el hecho de que casi 7 millones de personas han recibido, por lo menos, la primera dosis.
Con la aplicación de las vacunas de forma masiva han logrado inmunizar al 83% de las personas mayores de 60 años con por lo menos 1 dosis, es decir, a 2.901.083 ciudadanos; diariamente, se está vacunando hasta 263.015 personas. Chile junto a Uruguay son los países de América del Sur que más han avanzado en el proceso de vacunación.
“Llevamos 6.668.300 personas vacunadas, en tanto, 3.513.361, completaron sus 2 dosis de los cinco millones de personas definidos como población objetivo, que son los grupos prioritarios definidos en nuestro calendario de vacunación”, expresó el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
No obstante, lo que está afectando en mayor medida al país ha sido la indisciplina social y la reacción tardía del Gobierno para frenar el aumento de casos. Actualmente, los nuevos contagios diarios en Chile superan los 7.600 casos diarios y esto se refleja en la cercanía de las redes hospitalarias a un colapso, debido a su ocupación del 95%.
En cuanto al estado del sistema hospitalario Piñera manifestó: “El rebrote de la pandemia ha aumentado el número de contagiados y más personas han debido ser hospitalizadas, lo que está exigiendo hasta el límite de sus capacidades al personal y a nuestro sistema de salud que a pesar de todas las dificultades siguen prestando las atenciones médicas que los pacientes necesitan”.
Eric Feigl-Ding, epidemiólogo, miembro de las universidades John Hopkins y Harvard, detalló lo que sucede en el país: “Las UCIs están sobrepasadas a pesar de la rápida vacunación. Chile cometió un error crítico. Su Gobierno relajó las restricciones para viajes, comercios y colegios demasiado pronto, creando una falsa sensación de confianza en que la pandemia había terminado”.
La situación de Chile demuestra que no es suficiente poner en marcha un plan de vacunación eficiente, sino establecer las medidas necesarias para que la población no siga practicando la indisciplina social y ocasione el aumento constante y crítico de los nuevos casos. Tampoco se tuvo en cuenta que las primeras dosis no garantizaban la inmunidad total.
“Hoy más de 16 millones de compatriotas están en cuarentena, estamos plenamente conscientes de las dificultades y sacrificios que estas medidas significan para la familia chilenas, pero proteger la salud, proteger de todos nuestros compatriotas es definitivamente nuestra primera prioridad”, explicó el presidente chileno.
Las próximas metas de inmunización de Chile también son altas, a finales de junio esperan tener vacunada al 70% u 80% de su población, pero aún así están sufriendo los estragos de que la vacunación transcurrió como un proceso aislado, mientras no se establecían medidas sanitarias que respondieran a la necesidad por el aumento de contagios.
Informe: Laura Rocco
